Fabius presentó anoche el que espera sea el último borrador. “Voy a presentar el texto no la noche del viernes como yo pensaba, sino el sábado por la mañana”, explicaba al canal de televisión BFM.
Los obstáculos que quedan por superar en este tipo de negociaciones suelen ser proporcionales al número de corchetes que aparecen en los distintos borradores. Lo lógico es que a medida que pasan los días haya menos. Ahora quedan 48 frente a los 365 que había anoche, y el documento tiene ya “la forma” del acuerdo legal que prevén adoptar 195 países más la Unión Europea, según expertos consultados por la agencia Efe.
El texto tiene 27 páginas, de las que 12 corresponden al pacto en sí y 15 a una decisión que lo desarrolla, y que supone “un progreso”, en palabras de Fabius, que ha reconocido que aún quedan puntos conflictivos por cerrar, entre los que ha destacado la ambición del acuerdo, la diferenciación entre países ricos y pobres, y la financiación para estos últimos.
El preámbulo señala que el pacto debería guiarse por “responsabilidades comunes pero diferenciadas” a la hora de combatir el cambio climático y tener en cuenta las necesidades de los países en desarrollo y de los más vulnerables, que son también menos responsables de haber causado el problema.
El acuerdo se propone como objetivo mantener la temperatura del planeta por debajo de dos grados respecto a niveles preindustriales y perseguir que no aumente más de 1,5 para evitar los peores impactos del cambio climático. A largo plazo, los países se comprometen a “poner pico a sus emisiones tan pronto como sea posible” y a alcanzar la neutralidad en la segunda mitad de siglo.
Desaparece la referencia a fijar un objetivo de reducción de emisiones para el 2050, como pretendía la Unión Europea, y también la alusión a lograr la descarbonización de las economías en 2100.
Acuerdo alentador o acuerdo imposible
Según Tasneem Essop, jefa de la Delegación de WWF en la COP21 de París, “el texto de negociación incluye ahora el objetivo de no exceder los 2° C de calentamiento, y una referencia a un límite de temperatura de 1,5° C. Esto es alentador porque señala una fuerte intención para reducir las emisiones; aunque los países aún tienen que detallar cómo van a lograr estos objetivos”.
WWF cree que se podría estar más cerca de un acuerdo sobre una revisión de los compromisos de los países antes de 2020, “pero el actual plazo a 2019 deja muy poco tiempo para que se mejoren esos compromisos. Tienen que hacerlo antes”.
Todavía hay mucho trabajo por hacer. Existe un problema con las opciones sobre pérdidas y daños causados en el texto. “Las actuales opciones no dan ningún tipo de esperanza para las personas que sufrirán los peores impactos del cambio climático”, apunta Essop.
Amigos de la Tierra, en cambio, acaba de difundir un comunicado muy duro en el que denuncia que "el último borrador del texto, presentado ayer a las 21.00 horas, aleja las opciones para enfrentarse al reto de un cambio climático irreversible".