Aptis ha sido diseñado por Alstom y NTL (de la que Alstom posee el 51%) a partir de cero para incorporar las ventajas de un tranvía a un autobús, mejorando así la experiencia del pasajero y del operador. Y, según indican en un comunicado, "ofrece soluciones innovadoras tanto desde el punto de vista operativo (sistemas de carga, radio de giro, ocupación de la vía pública, etc) como de confort (plataforma baja integral, vista panorámica y superficie acristalada, espacio interior..)
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Con las baterías y los sistemas de alimentación instalados en el techo, y con ruedas que no sobresalen en ninguno de sus extremos, el bus ofrece a los pasajeros una plataforma baja integral de 20 m2. Las puertas de hoja doble, también inspiradas en el diseño de los tranvías, facilitan la entrada y salida, así como el acceso de sillas de ruedas y carritos de bebé. Gracias a las ventanas panorámicas, ubicadas en ambos extremos, Aptis tiene un 20% más de superficie acristalada que otros autobuses. Además, tendrá muy bajos niveles de ruido, debido a la tracción eléctrica.
Con cuatro ruedas direccionales, frente a las dos que llevan los autobuses tradicionales, Aptis ocupa, además, un 25% menos de superficie en las curvas. Estas prestaciones también son ventajosas en las paradas, según sus desarrolladores, ya que se reduce al mínimo el espacio necesario para la aproximación al estacionamiento, ganando espacio de aparcamiento para otros usuarios. Al alinearse perfectamente con la acera, Aptis facilita también la entrada y salida de pasajeros, reduciendo a la vez los tiempos de parada en estaciones.
La distribución interior es flexible y se configura según las necesidades del operador: espacio para sentarse detrás, dos o tres puertas dobles en uno de los laterales y un diseño interior personalizado que puede evolucionar durante el ciclo de vida del vehículo. Se pueden añadir o retirar asientos fácilmente según las necesidades de la ciudad o de la línea.
El coste de mantenimiento también se ha reducido: el nuevo bus solo tiene cuatro neumáticos frente a los seis habituales en los autobuses, el motor se refrigera por aire en lugar de por agua como es tradicional, y todos los componentes son más accesibles ya que van instalados en el techo. Los costes de explotación también son menores gracias a la alimentación eléctrica, su mayor capacidad de pasajeros, la optimización energética y una mayor vida útil, de unos 20 años.
La tracción está inspirada en la gama de tranvías Citadis de Alstom, con un motor de imanes permanentes y una alta fiabilidad demostrada, añaden Alstom y NTL.
Sistema de carga
Aptis se podrá cargar de dos formas diferentes. La primera implica cargar una gran cantidad de energía que aporte autonomía suficiente para llevar a cabo la operación a jornada completa. Por la noche, se realiza una recarga completa en las cocheras con un conector estándar (se tardan unas 6 horas en recuperar el 100 % de carga).
La segunda opción –carga rápida durante la operación-, cuenta con dos posibles alternativas: bien la tecnología SRS (carga estática por suelo) o bien con una catenaria rígida. En ambos casos, en las paradas terminales de cada línea. La recarga rápida en la estación tarda unos 5 minutos, el tiempo estándar de parada y descanso al final de cada línea.
Desde Alstom explican que con la instalación del sistema de carga rápida en parada, se necesitan menos baterías, al recargarse éstas al final de cada recorrido y no solamente por la noche. Esto supone un menor peso en el vehículo, un menor consumo y un mayor espacio en el techo para instalar equipos adicionales para satisfacer futuras necesidades (antenas wifi, sistemas de sensorización, etc.).
Alstom y NTL están trabajando en diferentes formas de comercializar Aptis, bien adquiriendo solamente el autobús o con el mantenimiento a largo plazo incluido en la oferta final. Se está trabajando, además, con inversores y compañías de leasing para elaborar una oferta en la que los operadores no sean los propietarios de su autobús, o lo sean solo de su carrocería y no de las baterías.
