El análisis encontró que las emisiones de gases de efecto invernadero por milla de un vehículo taxi eléctrico autoconducido en 2030 serían entre un 63% y un 82% menor que un vehículo híbrido y un 90% menor que un vehículo actual con motor de gasolina.
Gracias a lo que se conoce como tecnologías automatizadas, estos vehículos podrían recoger a los clientes y llevarlos a destino. Según sostienen los expertos, la conducción humana es responsable de la ineficiencia de los vehículos de un 20% a un 30%, por lo que el cambio a un coche sin conductor tendría la capacidad de ser más eficiente.
Este estudio ha sido publicado en la revista Nature Climate Change, firmado por los investigadores Jeffery Greenblatt y Samveg Saxena, y titulado "Taxis autónomos podrían reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos ligeros de los Estados Unidos".
Así, se afirma que el 62% de las distancias recorridas por los vehículos en Estados Unidos lo hace una persona sola, a menudo en un coche de cinco plazas. Para superar esta ineficiencia, los investigadores sugieren futuros vehículos autónomos más pequeños, diseñados para una o dos personas. En el estudio, estos coches hipotéticos se basan en el modelo Nissan Leaf de cinco plazas, pero con una anchura reducida del 40%, con capacidad para un solo asiento.
Además, se asegura que los coches autoconducidos tienen eficiencias adicionales que han sido tratadas en otras investigaciones, como la capacidad de colocarse inmediatamente detrás de otros coches autónomos para reducir la resistencia al viento (llamado efecto "platooning"), viajes con hoja de ruta óptima, y una aceleración y un frenado más suaves.
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