“Nuestra posición en lo referente a la investigación que la UE ha puesto en marcha sobre el mercado solar no ha cambiado. Nosotros creemos con fuerza en la competencia abierta y justa, y nos parece que una guerra comercial no es buena para la industria solar europea”, ha destacado Luc Graré, vicepresidente de Ventas y Marketing de REC. “Lo que vemos es que la última decisión sobre el registro de importación solar perturba a los distribuidores e instaladores y causa turbulencia en los mercados solares”.
La Comisión Europea ha decidido que los paneles solares cristalinos, las células y las obleas originarias de China o importadas del país asiático entre el 6 de marzo y el 5 de diciembre de este año deben ser registradas por la autoridad aduanera de cada país. Si la UE determina de forma eventual imponer tarifas retroactivas sobre los productos solares chinos como resultado de la investigación, este registro ayudará a identificar las importaciones sujetas a esa tarifa.
“Los paneles de REC no están sujetos a la investigación de la UE sobre el mercado solar. Nuestros paneles son fabricados en Singapur y transportados desde allí, y no contienen células u obleas chinas, ni ningún otro producto solar chino sujeto a la investigación y sobre el que pese esa posible tarifa”, apunta Luc Graré. “Esto coloca a los paneles de REC en una posición de precio estable y atractivo”.
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