En el primer caso, Tolmasquim mencionó que la fuga radiactiva ocurrida hace dos años en la central japonesa de Fukushima ha congelado los planes de construcción de las anteriormente proyectadas centrales nucleares. "Después de Japón, las cosas se pusieron en espera", dijo, y agregó que esos planes "no los hemos abandonado... pero tampoco se han reanudado. No es una prioridad para nosotros en este momento".
Los planes originales contemplaban la construcción de cuatro plantas nucleares para entrar en funcionamiento en 2030, con el objetivo de atender la creciente demanda energética que viene teniendo Brasil, y por la inestabilidad del respaldo hidroeléctrico.
Al contrario que con la nuclear, Tomalsquim explicó que la apuesta por la eólica, fuente de la que hay instalada cerca de 2 GW, radica en la creciente competencia y los avances tecnológicos que han provocado un descenso en los precios."Este es el momento de la energía eólica", dijo. "Ha habido una revolución en términos de costo", agregó.
También auguró que llegará el momento de la solar. "Es una cuestión de tiempo", dijo.
Los precios medios de la energía eólica en Brasil han disminuido de 148 reales (64 dólares ) por MWh a fines de 2009 a 110 reales (48,4 dólares) por MWh este año.
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