La Agencia Internacional de la Energía (AIE) predice un incremento continuado y sólido tanto de la potencia eólica terrestre como de la marina, y estima que, entre la actualidad y el año 2040, hasta el 80% de la nueva potencia de generación europea llevará marchamo renovable. Según la asociación empresarial de la industria eólica europea -WindEurope-, las estimaciones de la AIE coinciden con los Escenarios 2030 con los que está trabajando la propia WindEurope. La patronal europea asegura que, "con las políticas adecuadas", la energía eólica podría suministrar el 30% de la electricidad que demande Europa en el año 2030, fecha para la cual WindEurope calcula que podría haber en el Viejo Continente hasta 323 gigavatios instalados de potencia eólica.
El presidente ejecutivo de la asociación empresarial eólica europea, Giles Dickson, matiza sin embargo esos guarismos: para lograr esos números -ha dicho- los gobiernos europeos "deben darle visibilidad de largo plazo a la industria mediante marcos regulatorios y políticos adecuados, y, fundamentalmente, mediante Planes Nacionales de Energía y Acción Climática ambiciosos". Dickson reclama en ese sentido "claridad sobre los objetivos nacionales post-2020 y sobre las subastas". WindEurope anima por eso a la Unión Europea a que se comprometa con el Objetivo del 35% de penetración renovable en el mix 2030 (en ese objetivo ya está trabajando el ponente de la futura Directiva europea de Energías Renovables, José Blanco, pero su propuesta debe ser aprobada por el Europarlamento).
Estabilidad política y regulatoria
La industria -ha insistido Dickson- invierte donde ve estabilidad política y regulatoria, virtudes ambas -ha dicho- que "nos ayudan a continuar reduciendo los costes. Con unos objetivos renovables europeos ambiciosos, de al menos el 35% en 2030 -ha concretado-, podremos desplegar incluso más potencia a un coste competitivo". Según el presidente de la patronal eólica europea, "más energías renovables también significan cambios importantes en el sistema energético. Cada vez es más barato y sencillo integrar energías renovables en el sistema, pero necesitamos mayores inversiones aún -ha reclamado- en redes e interconexiones". Así mismo -ha concluido-, Europa necesita "políticas ambiciosas" para lograr que la electricidad tenga un peso mayor en lo que se refiere a atender "las demandas de calor, transporte e industria".