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José Ramón Freire, director general de la Asociación Española del Bioetanol (Bio-E)

“En España la fiscalidad del bioetanol es más alta que la fiscalidad de la gasolina”

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Ingeniero industrial de la especialidad de Técnicas Energéticas por la Politécnica de Madrid, José Ramón Freire, que lleva “toda la vida” —me dice— dedicado a las energías renovables y los combustibles alternativos, aterrizó en enero del 19 en Bio-E, desde donde hoy repasa para ER el presente del bioetanol y las biorrefinerías y el futuro de un sector todo, el de los biocombustibles, que parece siempre en el disparadero.
“En España la fiscalidad del bioetanol es más alta que la fiscalidad de la gasolina”

¿Qué es la Asociación Española del Bioetanol?
Es una agrupación multisectorial. No es una patronal. Hay otras asociaciones similares en Europa donde hay solo productores. Pero en España no hay una masa crítica de productores. Hay muy poquitos aún. Así que lo que hemos hecho es aglutinar en Bioe a un conjunto de empresas y otros agentes que promovemos el biorrefino con materias primas autóctonas: biorrefino de bioetanol y proteínas.

¿Biorrefino de bioetanol y proteínas?
Sí, me explico: el refino actual produce combustibles fósiles y plásticos. ¿Problema? Pues que seguimos extrayendo del subsuelo carbono (hidrocarburos), y que todo eso al final acaba en la atmósfera. Pues bien, lo que proponemos nosotros es obtener combustibles, proteínas, aceites comestibles, CO2 alimentario y biomateriales de una forma sostenible, a partir de materias primas biológicas. Eso es lo que defendemos: una solución tecnológica que aporta sostenibilidad al transporte, y que es compatible con la alimentación, porque en las biorrefinerías coproducimos proteínas: en lugar de quemarlas, separamos las proteínas de los cultivos, y lo que utilizamos en el combustible es la parte energética.

Separar la proteína de la carga energética...
Sí. Los animales actualmente están estabulados. No como antaño, cuando eran empleados para tirar del arado o transportar mercancía. Ahora están estabulados. Y requieren altas concentraciones de proteínas y menos grasas en la alimentación. Bien, pues lo que hace una biorrefinería es quitar la energía del cereal, energía que no necesita el ganado estabulado, y llevarla a combustible.

¿Y el CO2 alimentario?
Sí, muchos de los alimentos que consumimos hoy llevan ceodós. La industria alimentaria lo utiliza por ejemplo como gasificante en la producción de pasteles o dulces, o en las bebidas carbonatadas. Las biorrefinerías someten al maíz, por ejemplo, a un proceso de fermentación para convertir la energía que tiene ese maíz en alcohol; y, en ese proceso, se producen emisiones de ceodós, un ceodós que proviene de un alimento, no de la combustión de petróleo. Bueno, pues ese ceodós es el más adecuado para su incorporación a una bebida, por ejemplo. Lo que están haciendo ya las biorrefinerías, prácticamente todas las de Europa, es capturar ese ceodós, convertirlo en líquido y vendérselo a esa industria alimentaria. Hace poco, la asociación europea del bioetanol [ePURE] sacó un comunicado en el que explicaba que sus socios, que representan el 95% de la producción de bioetanol europea, producían ya más alimento –las biorrefinerías producen ya más alimento– que biocombustibles.

¿Más proteína que bioetanol?
Sí: en 2021 en Europa han producido más toneladas de pienso que de bioetanol. Vamos a ver, las biorrefinerías pueden hacer competitivos a los cereales, pueden darle a nuestros cereales valor añadido. Vender el maíz en grano en los mercados internacionales es como vender la uva o la aceituna en grano. Eso ya no se hace, ¿verdad? Ahora vendemos producto elaborado, un vino, un aceite, etiquetados, de calidad. Bueno, pues ese es el paso que nos falta dar con los cereales en Europa. Tenemos que seguir cultivando cereales. Tenemos que conservar nuestro terreno agrícola, porque, si no lo hacemos, nos volveremos más dependientes desde el punto de vista alimentario. Europa depende ahora mismo de la importación de proteínas de otros países, sobre todo para alimentar a nuestra cabaña ganadera. Así que lo que tenemos que hacer es darle al agricultor y al ganadero herramientas para competir con países donde la mano de obra y/o la tierra son más baratas. Y una de esas herramientas -no la única, pero sí desde luego una de ellas- es la industria del biorrefino. Ya está pasando: las fábricas de pienso ya están comprando esa materia prima (fibra y proteína) y preparándola (añadiéndole los complementos que estiman convenientes en cada caso) para cada cabaña específica, la porcina, la vacuna, etc. Es más: hay clientes que compran ya directamente ese coproducto porque se adapta muy bien a la alimentación de su cabaña, o a su piscifactoría.

Las biorrefinerías de hoy, ¿producen también bioplásticos?
Pocas. Hay un mercado todavía muy reducido. Necesitamos inversión, necesitamos I+D. Con eso, los bioplásticos serán competitivos frente a los plásticos derivados del petróleo. Si eliminamos la demanda de gasolina y de gasóleo de origen fósil, por su impacto, por las emisiones de ceodós... pues coproductos como los plásticos, que salen de las refinerías de las que salen la gasolina y el diésel, se verán penalizados. Producir plástico y solo plástico va a ser mucho más caro si yo no puedo vender al mismo tiempo la gasolina o el gasóleo de origen fósil. ¿Conclusión? Tenemos que ir desarrollando, paralelamente, la industria del biorrefino, la industria de estos biomateriales.

¿Cómo?
Con I+D, como digo. Con inversión. Con incentivos, con medidas fiscales. Es imprescindible que se empiece a tener en cuenta la huella de carbono en el precio. ¿Por qué empezamos a ver tantas bolsas de materia biodegradable, de material de origen biológico? Pues porque las bolsas de material fósil empiezan a tener un impuesto.

¿Qué materias primas utilizan las biorrefinerías para producir bioetanol y demás coproductos?
En Europa están usando prioritariamente remolacha azucarera, maíz, trigo y, en función de los precios del mercado... cebada, por ejemplo. El año pasado las plantas de España usaron cebada; porque había una buena cosecha, había excedentes, y la cebada tenía mejor precio que el maíz. Se trata de usar un aprovisionamiento flexible de materias primas.

¿Y residuos?
Hacer una inversión tan elevada como la que requiere una planta de producción de bioetanol a partir de residuos sin haber desarrollado una demanda suficiente... Lo ideal sería establecer un sistema de cuotas lo suficientemente atractivas como para atraer a un inversor que va a necesitar 40 años para amortizar su inversión. Hacer un biocombustible a partir de maíz, trigo o remolacha azucarera... es más sencillo. Producirlo a partir de tallos, mazorcas, madera, o a partir de la basura... es mucho más caro. Por eso es necesario un plan de incentivos que ayude a esa arrancada.

¿Qué tipo de incentivos?
Vamos a ver: en España la fiscalidad del bioetanol es más alta que la fiscalidad de la gasolina. Esto es algo que sabe poca gente. Y yo digo que, si ahora mismo, con el precio actual del petróleo, la fiscalidad del bioetanol fuera similar a la de la gasolina, estaríamos ya en precios muy competitivos. Y si yo hago en España una gasolina -el bioetanol- que puede competir con la que importo de Arabia, pues encima estoy dando trabajo a mis agricultores. Pero hace falta una fiscalidad acorde con el hecho de que los combustibles fósiles contaminan y nosotros no competimos con la alimentación. Cualquiera que visite una biorrefinería moderna, verá que entran más camiones para recoger proteína que para recoger bioetanol.

Insisto: ¿qué tipo de incentivos?
Sí. En España vamos con E5 [5% de bioetanol en mezcla con gasolina], y en otros países están en el E10, ¿verdad? Pues en Francia están en el E85. Allí tuvieron el problema de los chalecos amarillos: una protesta del campo (y del sector del transporte) brutal, una protesta que iba dirigida contra la subida del impuesto al gasóleo. El gobierno francés reculó y se dio cuenta de que necesitaban un combustible alternativo. ¿Y qué hizo? Fiscalidad a cero para el bioetanol y E85. Y ahora mismo el bioetanol en Francia puede estar en 0,8-0,9 euros el litro, frente a los 2,2-2,3 euros de la gasolina. Las señales se han traducido en que, por ejemplo, el 30% de las estaciones de servicio del Grupo Total ya tiene E85, y la compañía ya ha anunciado que va a por el 100%. Y si el cliente se lo encuentra a su disposición, pues el cliente lo usa.

¿Y cómo lo está usando?
Pues adaptando sus vehículos. Puedes usar E85 con un dispositivo que cuesta unos 500 euros, cantidad que te vas a ahorrar en tres meses. Ese es el primer paso, y eso está haciendo que la demanda de E85 aumente un 80-85%. ¿Cuál será el siguiente paso? Pues que los fabricantes se decidan a sacar de serie vehículos E85. Más cosas: ¿qué está pasando ahora en Francia? Pues que necesita producto. España está vendiendo bioetanol a Francia. La mitad del bioetanol que producimos la vendemos allí. Pero Francia ya está trabajando en un plan estratégico con las cooperativas francesas para producir su propio bioetanol. Y, así, en el momento en el que haya una crisis alimentaria, Francia lo tendrá muy fácil, pues tendrá toda su tierra cultivada. Y en el momento en el que lo precise, podrá maniobrar. Como hizo España con el alcohol sanitario. Tuvimos problemas con las mascarillas, pero no con el alcohol sanitario. Porque teníamos una industria potente de biocarburantes (el biocarburante es alcohol al fin y al cabo), y, en determinado momento, ese bioetanol se derivó a alcohol sanitario.

ePURE presentaba hace unas semanas un informe según el cual “el rendimiento de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del etanol renovable de la UE” ha alcanzado “el nivel actual del 76,9% en promedio en comparación con el combustible fósil”. Entiendo que un vehículo gasolina emite 100, y un vehículo etanol emite 23. ¿Es así?
Correcto. Ciertos agentes, desde principios de la década pasada, han venido asegurando que el bioetanol no descarbonizaba tanto como se decía, porque para cultivar se necesitaba un tractor, agua, transporte de grano. Bueno, pues desde muy pronto también el sector se puso manos a la obra, a auditar, y ese es el resultado, que llega de la mano de una industria, la del bioetanol, que lleva diez años esforzándose por mitigar su huella: en la fase de cultivo, en la fase de producción en planta, con técnicas de captura...

Otro apunte de la industria del bioerrefino: el bioetanol reduce más el CO2 que los vehículos eléctricos.
Las baterías son muy pesadas. Un coche que va a transportar una o dos personas, es decir, 150 o 200 kilos de peso, necesita 500 ó 600 kilos de baterías para dar una autonomía que el público acepte. ¿Cuál es la alternativa que han visto los fabricantes? Pues el híbrido: un vehículo con una batería pequeña, de 50 kilos, que me da la autonomía suficiente como para entrar en modo limpio en las ciudades y que, cuando salgo fuera, en lugar de utilizar la batería, utiliza el motor de combustión. Pues bien: si alimentas ese motor con bioetanol de cultivo sostenible de materias primas autóctonas pues estarás contaminando menos. Contamino menos en la ciudad, y contamino menos fuera de la ciudad. Y el bioetanol, como hemos dicho antes, es ahora mismo neutro en un 76,9%, pero es que, en un futuro, podría incluso ser negativo, podría ayudar a capturar CO2.

¿Qué lugar ocupa España en el concierto global del bioetanol?
España tenía una de las mayores infraestructuras, sino la mayor, a principios de este siglo, de producción de bioetanol. El problema es que aquí no se ha apoyado la demanda. Es más: aquí las plantas estuvieron a punto de cerrar, y si no lo han hecho ha sido gracias a que otros países sí están apoyando la demanda. Pero, claro, en el momento en el que tú transportas un producto estás añadiendo huella de carbono. Y las estrategias de los países van a ir hacia la autoproducción de sus biocombustibles, de su proteína. O sea, a poner estas plantas en sus propios territorios. Y eso volverá a colocarnos en una situación delicada si no apoyamos aquí la demanda, y si no apostamos aquí por combustibles con un mayor porcentaje de mezcla de biocombustible elaborado a partir de cultivos autóctonos.

• Esta entrevista está incluida en el número de septiembre de Energías Renovables en papel, que puedes descargar gratis en formato PDF aquí

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