El llamado Proyecto Probiomasa es desarrollado en forma conjunta entre los Ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca, y el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, a través de la Secretaría de Energía, y con la asistencia de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Su objetivo es ayudar a transformar la matriz energética del país a partir del aprovechamiento de los residuos forestales y los de las cosechas.
Según sus impulsores, Probiomasa proyecta aumentar el consumo de biomasa en 12 millones de toneladas anuales, con un ahorro de 2.000 millones de dólares resultantes de la reducción de la importación de petróleo; también generará 60.000 nuevos puestos de trabajo, que se sumarán a los 20.000 ya existentes en el sector.
El ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, ha asegurado que "la generación de energía vinculada con la producción de alimentos y a los desarrollos científico-tecnológicos son centrales para el mundo actual", y destacó que el país "cuenta con estas tres variables y tiene hoy la mejor de las oportunidades", por lo que a su juicio es "muy importante comenzar a trabajar en alternativas de autoabastecimiento energético", con el fin de "asegurar a la sociedad un creciente suministro de energía renovable, limpia, confiable y competitiva".
Probiomasa tiene previsto evitar la emisión anual de 9,5 millones de toneladas equivalentes de CO2, además de minimizar la contaminación de cursos y cuerpos de agua y suelos, y de la generación de incendios.
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