“Con 130 millones de kilos al año tenemos suficiente orujillo para alimentar nuestra caldera, seguir suministrando a Ence para Energía de La Loma e incluso vender el resto”. Emilio García, jefe de producción de la planta de orujo de San Miguel Arcángel, responde así a la duda de si, al derivar el orujillo a su propia caldera, se iba a quedar sin suministro la planta cuyas participaciones Ence compró a Endesa.
García explica que “necesitábamos un cambio de la caldera de biomasa antigua, alimentada principalmente con hueso de aceituna, a una más moderna, porque teníamos que parar continuamente para hacer labores de limpieza de ceniza, lo que hacía que recurriéramos más a la de apoyo de gasoil y no nos resultada rentable económicamente hablando”.
Sugimat publicaba hace unos días una nota de prensa en la que afirmaba que había realizado una proyecto llave en mano para el diseño, fabricación e instalación de una caldera de vapor acuatubular para la combustión de orujillo en San Miguel Arcángel. “La caldera de vapor de biomasa –especifican– tiene una producción de quince toneladas hora y una potencia térmica equivalente de once megavatios”.
De una parada cada dos semanas a una parada al semestre
Alex Mas, responsable de desarrollo de negocios de Sugimat, también incide en el ahorro de gasoil que conllevará la nueva instalación: “con la antigua caldera se producían paradas, limpiezas y arranques cada dos semanas, mientras que ahora, con una garantía de funcionamiento de ocho mil horas al año, la limpieza se hará cada seis meses”.
Sugimat precisa que, además de la caldera, suministra “el sistema de combustión con parrilla móvil con tecnología propia de nuestra empresa y el de control y tratamiento de humos para garantizar la calidad de las emisiones a la atmósfera”. “Contará también con el novedoso sistema de visión artificial aplicado a la combustión desarrollado por Sugimat, que permite adaptarse en tiempo real a los cambios en las características del combustible”, apostillan.
Conexión energética con el orujillo
Por su parte, en San Miguel Arcángel aseguran que desde que se instalaron en el paraje La Parrilla de Villanueva del Arzobispo atrajeron a otras inversiones complementarias: “en primer lugar fue la planta de generación eléctrica a partir de biomasa, Energía de la Loma (Enelsa) y a ellos se unió años después la Compañía Energética de las Villas (Celvi), con una planta de cogeneración mediante turbina de combustión de gas natural”.
La orujera recuerda que estas tres empresas funcionan conectadas: “Secamos el alperujo que recibimos de las almazaras mediante los gases de escape de la planta de cogeneración de Celvi, y tras este proceso, se extracta y obtiene aceite de orujo y orujillo (materia seca y desengrasada procedente del alperujo) enviando éste a la planta de Enelsa, donde lo queman en una caldera de vapor de alta presión que mueve una turbina para producir energía eléctrica”.
Sugimat también tiene una relación previa indirecta con el sector orujero, en concreto con una de las plantas más antiguas de biomasa en España, la de Oleícola El Tejar en Palenciana (Córdoba), también de orujillo. Alex Mas recuerda que “reformamos el sistema de conducción de la cámara de combustión y gracias a ello se conoció nuestra experiencia en este tipo de calderas”.
