El pasado año arrancó Enermass con, entre otros trabajos, una encuesta on line para contrastar con los profesionales del sector de la biomasa los servicios que podría prestar el proyecto. Con este paso se conoce mejor cada territorio y las necesidades de los mismos. En Sarriguren se analizó “el rol que tendrá este clúster dentro del desarrollo económico de los territorios participantes, por medio del impulso de proyectos colaborativos, identificándose los posibles grupos de interés, así como los canales de comunicación más adecuados para lograr una interrelación continua y estable en el tiempo”, recoge en una nota de prensa uno de los socios españoles participantes, el Cener.
La cita de Sarriguren sirvió también según el Cener para “analizar futuros servicios que puede demandar al clúster los socios que posteriormente se vayan incorporando y que podrían ir desde la detección de posibles fuentes de financiación, el desarrollo de estudios técnicos, económicos y jurídicos, la vigilancia tecnológica y acciones de lobby, hasta el desarrollo de certificados de calidad y formación técnica específica en bioenergía”.
Cualquiera de estas propuestas confluyen en el objetivo común de Enermass: crear un clúster transnacional de innovación para la valorización energética de la biomasa en el suroeste europeo (Sudoe), que abarca Francia, España y Portugal. El proyecto está inserto dentro del programa de cooperación transfronterizo Interreg IV B–SUDOE, que tiene prevista una duración de dos años. Además del Cener, entre los nueve socios están otros españoles como la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) y el Clúster Empresarial Biomasa & Energía de Aragón (CEB&E). La coordinación recae en la Communauté d’Agglomération de l’Albigeois de Francia.
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