El próximo 20 de marzo, la industria del papel se reúne en Madrid en una jornada en la que se hablará mucho de su futuro. En un momento en el que el papel pierde protagonismo como soporte ante la extensión de las nuevas tecnologías, el sector quiere demostrar que seguirá siendo necesario. En declaraciones a Efeverde, el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), confirma que “los procesos productivos de la industria darán lugar a una serie infinita de productos a partir de las fibras de madera, del papel reciclado o de sus residuos: telas, cosméticos, productos farmacéuticos, de limpieza, pinturas, anticongelantes y combustibles”.
Aspapel es una de las asociaciiones que forman parte del Foro del Papel (organizadora de la cita de Madrid), que integra a fabricantes de celulosa y papel, impresores, editores, el sector de la transformación y las empresas recuperadoras, entre otras. El programa de El papel inventa el futuro tendrá un apartado especial destinado a las biorrefinerías de madera y de fibra reciclada, ejemplo de grandes complejos de los que saldrá energía, celulosa, papel y cartón, biocombustibles, biocomposites y nuevos productos de fibra forestal.
Hojas de rutas que se cruzan con la biomasa
Para reforzar este interés por la innovación y los nuevos desarrollos productivos a partir de papel y celulosa, la jornada contará con integrantes del Two Team Project. Se trata de dos equipos formados por expertos (científicos, fabricantes, suministradores y representantes de la industria de pasta y papel y afines) que compiten en la identificación de tecnologías y procesos más eficientes, bajos en carbono, mejor integrados y más sostenibles. Desde Aspapel aseguran que “al finalizar su trabajo emergerán al menos los conceptos de dos tecnología rompedoras, en línea con los objetivos de la Hoja de Ruta 2050 de CEPI”.
Esta hoja de ruta de la patronal europea tiene muy en cuenta a la bioenergía desde diferentes ángulos: las nuevas tecnologías a aplicar para el consumo de biomasa como fuente de energía en sus plantas de producción (ahora supone el 50 % del suministro energético), su papel como generadores de electricidad con productos forestales y el desarrollo de biorrefinerías. Dicha hoja de ruta está muy vinculada con la que la Comisión Europea publicó hace un año, también a 2050, sobre la energía. Entonces, Marco Mensink, director general de CEPI, dio la bienvenida a la misma y destacó la enorme demanda de biomasa necesaria para alcanzar los objetivos en renovables. “Es alentador –añadía– ver que finalmente en la Política Agrícola Común se menciona el papel que desempeña el suministro de biomasa para energía”.
En España, el ejemplo más notorio de la vinculación entre la bioenergía y el sector papelero lo ofrece Ence (Energía y Celulosa). En esta compañía, la biomasa es la responsable del 76 % de la generación de energía. Dentro de su Plan de Energía Renovable 2011-2015, Ence pretende llegar a los 390 MW de potencia instalada con biomasa. En la actualidad cuenta con 230 MW, que la mantienen como primera productora de España de electricidad con biocombustibles, principalmente restos de madera y cultivos forestales.