“La apuesta por la biomasa no es tanto por la potencia, sino por lo que supone para la limpieza de bosques y la generación de energía distribuida por el territorio”. Estas palabras del consejero de Empresa y Empleo de la Generalitat, Francesc Xavier Mena, pronunciadas la semana pasada durante la presentación del Plan d'Energia i Canvi Climàtic 2012-2020, resumen el principal contenido vinculado a la bioenergía dentro de dicho plan. La mayor parte del pastel renovable (8.660,90 MW en 2020) se lo lleva la eólica (5.153 MW), aunque es la biomasa la que más crecerá en porcentaje, ya que la Generalitat contabiliza 0,5 MW en 2010 y prevé 160,8 MW en 2020.
Desde la Consejería de Empresa y Empleo afirman que “la biomasa agrícola y forestal dispondrá de planes específicos para su aprovechamiento. La intención es lograr los 160 MW de potencia instalada a partir del uso de este recurso, que permite avanzar en la aproximación de las centrales de producción en su punto de consumo, supone un efecto multiplicador para las economías de los territorios y permite mantener limpias las zonas forestales”. Para afianzar estos objetivos, el diario La Vanguardia informaba estos días que Francesc Xavier Mena pidió al ministro de Industria, José Manuel Soria, que revise la decisión de paralizar las primas a las nuevas plantas de biomasa.
142 MW en biogás y apuestas por el sector agroindustrial, biometano y cogeneración
De la inversión total prevista en el plan (24.608 millones de euros), los usos térmicos en biomasa forestal y agrícola se llevan 735,9 millones de euros, y los eléctricos, 470 millones. La inversión estimada para alcanzar los 142 MW eléctricos en biogás es de 87,7 millones de euros. En este último caso, el plan, sin olvidar las depuradoras y vertederos, apuesta por potenciar las plantas de residuos ganaderos y agro-industriales, además de la producción de biometano para inyectarlo en redes y vehículos. También considera necesario contar con la cogeneración e “impulsar las instalaciones de producción de calor y/o frío (redes de calor, aprovechamiento de vapor, aceite térmico, etc.) a partir de biogás, especialmente en centros consumidores de calor que a su vez dispongan de residuos o subproductos susceptibles de producir biogás (mataderos, granjas de porcino o de ciclo cerrado con elevada demanda térmica, industrias agroalimentarias, viviendas o centros públicos, etc.).
El plan también incluye a los biocarburantes, aunque la apuesta principal en el ámbito de la movilidad sostenible se centra en el coche eléctrico. No obstante, el objetivo es conseguir que un 14,5% de la energía final consumida en el transporte proceda de fuentes de origen renovable. Desde Empresa y Empleo señalan que “el documento apuesta por hacer políticas para incentivar el uso de biocarburantes”. La única cifra concreta en este sector son las 525,20 ktep de potencia instalada prevista para 2020 y los 459 empleos asociados. Los puestos de trabajo directos asignados a las biomasa son 8.298 y al biogás, 2.822, siendo dos de las tecnologías más activas en la creación de puestos de trabajo, especialmente el biogás, que suma casi veinte por megavatio.
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