biomasa

Biogás y biocarburantes: no al impuesto de consumo de energía de la CE

0
La European Biomass Association (Aebiom) acaba de publicar un informe que define su postura ante la propuesta de fiscalidad energética presentada por la Comisión Europea (CE). Su rama española, Avebiom, ha difundido el texto en castellano, en el que destacan dos propuestas concretas: exención de la tasa de CO2 y del impuesto sobre el consumo energético para biogás y biolíquidos para usos térmicos y eléctricos, y exención del mismo impuesto para biocarburantes durante diez años. El documento enumera también las ventajas ambientales, económicas y sociales que conllevarían estos impuestos.

Biogás y biocarburantes: no al impuesto de consumo de energía de la CE

Hace aproximadamente una año, la CE presentó una propuesta de revisión de la directiva 2003/96/EC sobre tasas energéticas para la penalización del uso de los combustibles fósiles. Según la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), la propuesta presenta un impuesto que “se divide en una tasa sobre el consumo de energía (9,6€/GJ para combustibles para automoción y 0,15€/GJ para combustibles de calefacción) y una tasa de CO2 (20€ por tonelada de CO2)”. Aebiom y Avebiom afirman estar totalmente de acuerdo con la introducción de una tasa al CO2 en la UE, pero consideran que, aunque la bioenergía se vería muy beneficiada, el biogás para transporte y los biocarburantes en algunos casos concretos necesitarían un tratamiento específico.

En un documento de Aebiom, cuya vicepresidencia ostenta Avebiom, solicitan una serie de cambios a la propuesta de la CE, argumentados en cinco puntos concretos. En el primero de ellos sostienen que el biogás y los bio-líquidos para usos térmicos y eléctricos deberían estar exentos de la tasa al CO2 y del impuesto de consumo energético, porque así “se lograría una significativa reducción de las emisiones en el ámbito térmico, al tiempo que se aprovecha un combustible asequible y eficiente que contribuye a reducir la pobreza energética y a generar empleo”.

Un directiva en la línea de reducir la pobreza energética, que necesita mejoras
El informe valora la capacidad de la bioenergía para atacar la pobreza energética que sufren millones de personas en todo el mundo, al no satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas y encima pagar un coste ambiental y económico excesivo. Para Aebiom, “cada vez será más necesario aprovechar combustibles renovables locales, fácil y rápidamente disponibles. La biomasa sólida, el biogás y los bio-líquidos constituyen una excelente solución para luchar contra la pobreza energética. Países muy afectados por la crisis, como Grecia, aumentan el uso de biomasa local para calentar sus hogares”. Para Aebiom y Avebiom, “todos los combustibles biomásicos (sólidos, gaseosos y líquidos) para usos térmicos y eléctricos deben disfrutar de un trato preferente en la revisión de la directiva. Esto permitirá un uso eficiente de la biomasa para calefacción, lo que constituye una de las mejores vías para sustituir el carbón, descarbonizar el sector térmico y acabar con la pobreza energética”.

La segunda propuesta de Aebiom es que los impuestos sobre los biocarburantes no deberían comprometer la consecución del objetivo del 10% de energía renovable en el transporte para 2020, por lo que “es crucial permitir que los Estados miembros tengan la potestad de potenciar el desarrollo de los biocarburantes vía exención de impuestos durante los próximos diez años”. La normativa europea actual no impone una tasa sobre los biocarburantes y permite a los Estados conceder exenciones o reducciones de los impuestos especiales para promover su uso. Aunque la propuesta actual los exime del pago de la tasa del CO2, consideran que tal ventaja “no es suficiente para que sean competitivos, porque el impuesto sobre el consumo de energía sería el mismo que para los combustibles fósiles”.

No discriminar al biogás directamente destinado al transporte
En el tercer punto solicitan que se asegure “el mismo impuesto mínimo tanto para los biocombustibles y biogás utilizados en transporte como para los empleados en generación eléctrica, para evitar distorsiones de mercado entre vehículos alimentados por biocarburantes, incluido biogás, que soportan un elevado gravamen, y los coches eléctricos del futuro”. Según sus cálculos, la tasa eléctrica equivaldría a 0,54 €/MWh (0,15 €/GJ), mientras que biocarburantes y biogás pagarían un impuesto mayor. Como ejemplo, citan que el biogás al 60% de metano llegaría a pagar hasta 480 €/1000 kg (16 €/GJ) en 2018, “lo que es un impuesto muy pesado”. “En este caso –aseguran– sería mucho más rentable generar electricidad a partir de biogás y luego emplearla para recargar vehículos, aunque sea más eficiente utilizar el biogás directamente en los coches”.

Sin salir del ámbito del biometano, en el cuarto punto afirman que la utilización de este biocombustible en el transporte “debería estar sujeto a los mismos impuestos que el biogás para usos térmicos y eléctricos, para evitar que su empleo se resienta o incluso se detenga”. Explican que la revisión de la directiva sobre fiscalidad de la energía asegura que el biogás queda exento de la tasa del CO2, pero que dicha tasa es tan pequeña que “significa que el biogás tendrá que soportar un carga fiscal extremadamente alta, casi equivalente a la de los combustibles fósiles (gas natural), lo que provocará su desaparición del sector del transporte”. “Una pena –se lamentan–, porque el biogás es una fuente limpia y renovable de energía para transporte que ayudaría a lograr el objetivo del 10% y a reducir la contaminación de la atmósfera”.

La tasa del CO2: un impuesto de mínimos
Por último, el quinto punto que sustenta las demandas de Aebiom y Avebiom reclama que la tasa del CO2 debe contemplarse como un impuesto mínimo, cuya aplicación a mayor escala debería quedar en manos de los Estados miembros cuando lo estimen oportuno. Detallan que “debería evitarse nueva legislación que disminuya los actuales impuestos de CO2 y posibilitar excepciones a la regla de que los emisores que se encuentran dentro del régimen de comercio de derechos de emisión queden exentos de pagar la tasa del CO2. En el sector térmico no hay competencia transfronteriza, y cada Estado miembro debería ser capaz de aplicar la tasa del CO2 a las centrales térmicas incluso si están adheridas al régimen de derechos de emisión”.

Como colofón, recuerdan que la nueva fiscalidad propuesta por la CE, unida a sus peticiones, conlleva más beneficios, que resumen en cuatro principales: asegura ingresos a los Estados miembros y ayuda a luchar contra la pobreza energética; ofrece una vía fiable y neutral de apoyo a las tecnologías renovables sin discriminación; la tasa de CO2 tendrá un impacto positivo en la economía y en la eficiencia energética; y la misma tasa asegura el principio de “quien contamina, paga” sin causar conflictos. Desde Aebiom se piensa que “los ingresos obtenidos de la tasa del CO2 deberían servir para facilitar el cambio de sistema fósil a uno renovable, por ejemplo propiciando el cambio de calderas de gasóleo a calderas de pellets, o mejorando el aislamiento de las viviendas. La biomasa es más barata que el gasóleo, por tanto, un sistema renovable basado en ella resultará más asequible a los ciudadanos. Parte de los ingresos por la aplicación de la tasa podrían emplearse en aliviar la pobreza energética, por ejemplo aumentando pensiones o invirtiendo en gasto social”.

Más información:
www.avebiom.org

Añadir un comentario
Baterías con premio en la gran feria europea del almacenamiento de energía
El jurado de la feria ees (la gran feria europea de las baterías y los sistemas acumuladores de energía) ya ha seleccionado los productos y soluciones innovadoras que aspiran, como finalistas, al gran premio ees 2021. Independientemente de cuál o cuáles sean las candidaturas ganadoras, la sola inclusión en este exquisito grupo VIP constituye todo un éxito para las empresas. A continuación, los diez finalistas 2021 de los ees Award (ees es una de las cuatro ferias que integran el gran evento anual europeo del sector de la energía, The smarter E).