La planta, proyectada para entrar en funciones en mayo de 2016, tendrá una capacidad de 500 kW a partir de 3.000 toneladas de excremento animal y 14.000 toneladas de residuos de comestibles. El capital necesario total del proyecto es de 4,7 millones de dólares.
Hasta ahora, mediante la emisión de bonos, se han conseguido obtener durante el último año y medio 1,7 millones de dólares, a partir del aporte de 450 inversores. Los resultados de una encuesta a estos últimos indicaron que el boca a boca fue la fuente número uno de ventas de bonos, como también que para la mayoría el impacto ambiental ha sido su principal interés en la planta de biogás.
Los inversores recibirán una rentabilidad del 7% durante siete años, con el primer pago de intereses de los bonos fijado para enero de 2017.
ZooShare espera generar ingresos anuales por un millón de dólares al año. La compañía recibió un contrato feed-in- tariff de la Autoridad de Energía de Ontario en julio de 2013, en el marco de la creación de la Ley de Energía Verde de dicha provincia. Bajo esa ley, será pagada a ZooShare -como el productor de energía renovable- una prima fija de 0,17 centavos de dólar por kWh, en un contrato a 20 años. Otras fuentes de ingresos son los pagos de la cadena de supermercados por tomar y procesar sus residuos orgánicos durante los próximos 10 años, con una opción renovable de 10 años más. También, ZooShare venderá el fertilizante, subproducto resultante del proceso digestión anaeróbica de los residuos.