“En concreto existe poca innovación en maquinaria forestal, y específicamente España importa muchas soluciones diseñadas para otros bosques y contextos socioeconómicos”. De esta manera tan precisa y concisa se muestran desde el portal de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) a la hora de resumir el estudio en el que han participado investigadores de su Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Forestales y del Medio Natural.
“El estudio internacional comparativo del estado de la innovación en la maquinaria forestal está muy ligado a la existencia de empleos estables en las zonas rurales, sin comprometer la viabilidad del ecosistema”, aseguran. Por este motivo, centran la atención “en la rentabilidad económica considerando también la social y ambiental del aprovechamiento renovable de la biomasa con fines energéticos”.
“Altas exigencias de potencia, estabilidad, adaptabilidad al terreno y robustez”
Rubén Laina, uno de los investigadores que participan en el estudio, señala que “a diferencia de otros sectores que emplean maquinaria pesada (minería, agricultura u obra civil), el sector forestal cuenta con menor capacidad innovadora, ya que esta se deriva del volumen económico de la actividad. La innovación en la mecanización del aprovechamiento es poco frecuente y el intercambio de experiencias entre países es, si cabe, más importante”.
“La maquinaria capaz de trabajar en los bosques u otras formaciones forestales debe responder a altas exigencias de potencia, estabilidad, adaptabilidad al terreno y robustez”, aclara Laina. El estudio destaca que el empleo y las rentas generadas a la propiedad avalan la sostenibilidad social y la permanencia de los bosques la ambiental, pero “el problema aparece al analizar la sostenibilidad económica”.
El triturado se impone al astillado o empacado como mejor alternativa
A la hora de definir las tecnologías, consideran que el triturado se impone al astillado o empacado como mejor alternativa para disminuir los costes de transporte monte-industria. “Estas máquinas trituradoras de manera generalizada tienen elevadas potencias y con motor propio, y se montan en camiones adaptados, que trabajan en borde de carretera, sin acceder al monte”, precisan.
Los expertos de la UPM han trabajo con expertos y evaluado tecnologías de Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, Italia, Finlandia, Suecia, Austria y España. “Algunas de las diferencias detectadas en países como España o Italia, por el pequeño tamaño medio de la propiedad, es que coexisten tecnologías más adaptadas a la pequeña escala, como el empacado o astilladoras pequeñas sin motor propio, que encarecen los costes, pero se adaptan mejor a las características socioeconómicas de estos países”.
La maquinaria de la biomasa residual agrícola, otro escollo
Fuera de la biomasa forestal, pero sin salir de la recolección de biomasa en el campo, varios proyectos con financiación de programas de la Unión Europea han investigado recientemente, o aún lo hacen, sobre la mejora y mayor rentabilidad en la extracción de residuos leñosos de cultivos. Es el caso de EuroPruning, EnerbioScrub y ViñasXCalor .
En las conclusiones del último de los proyectos reconocen que “uno de los retos a superar consiste en podar sin que los sarmientos entren en contacto con el suelo, ya que esto implicaría un procesado posterior (y un incremento de los costes) para eliminar restos de tierra, piedras y plásticos que se encuentran en la viña”.
Por este motivo se diseñó una máquina que realiza la prepoda y aspira directamente los restos sin que caigan al suelo. “Se ha probado durante las diferentes temporadas de poda en los viñedos emparrados y, aunque se han ido introduciendo mejoras técnicas, no se ha conseguido disponer de un modelo cien por cien satisfactorio”, apostillan.