Una información del Financial Times de la pasada semana recogía que Unilever y Nestlé, junto a ONG como Action Aid, Oxfam y WWF habían enviado una carta al primer ministro británico y presidente de turno del G8, David Cameron, para que apoye en la próxima reunión de este grupo, que tendrá lugar del 17 al 18 de junio en Irlanda del Norte, la propuesta de reforma de las directivas de renovables y calidad de los combustibles que propone la Comisión Europea. El eje central de esa reforma consiste en reducir a un 5 % la aportación de los biocarburantes a partir de cultivos en los objetivos del 10 % de renovables en el transporte planteados por la UE para 2020.
Según el rotativo económico, Peter Brabeck-Letmathe, presidente de Nestlé, y Paul Polman, director general de Unilever, acusan a los biocarburantes de “agravar el hambre mundial", además de subrayar que existen algunos que son “peores para el cambio climático que los combustibles fósiles a los que reemplazan". De esta manera, ambas compañías apoyan en la carta a Cameron incluso la propuesta de máximos de las ONG de poner fin a la utilización de biocarburantes producidos con cultivos alimentarios.
"Nestlé sin credibilidad porque se sienta en el Consejo de Exxon Mobil"
Ambas multinacionales comparten las preocupaciones por el impacto de los biocarburantes en los precios de los productos básicos y afirman que los objetivos establecidos por la UE hasta ahora impiden que se consigan productos alimentarios con precios asequibles. En un comunicado de Unilever citado por Financial Times, la compañía asegura que “resulta esencial el desarrollo de una nueva generación de biocombustibles que no compitan con los cultivos de alimentos". Este tipo de afirmaciones ha provocado que la Global Renewable Fuels Alliance (GRFA) le recuerde especialmente a Brabeck-Letmathe su vinculación con la industria petrolera.
En una nota de prensa, Bliss Baker, portavoz de la GRFA, señala que “el presidente de Nestlé, Peter Brabeck-Letmathe, coautor de este equivocado ataque contra los biocarburantes, no tiene credibilidad en este tema”, y explica que “resulta lógico que una persona que se sienta en el Consejo de Exxon Mobil critique a los biocarburantes". Según la GRFA, la carta no menciona “el enorme impacto que los altos precios del petróleo han tenido sobre los de los alimentos”. Ya en 2009, Robert Vierhout, secretario general de la European Renewable Ethanol Association (ePURE), acusaba a Unilever y Nestlé de alentar la difamación de lo biocarburantes.
Desde la patronal mundial de los biocarburantes añaden que la famosa carta ignora la reciente publicación del Banco Mundial, Long-term drivers of food prices, donde se concluye que la mayor parte del encarecimiento de los alimentos se explica por los precios del petróleo (más del 50 %). En concreto, resaltan que según el mismo informe "la mayor parte de la contribución a los cambios en los precios de alimentos ocurrido entre 1997y 2004 y entre 2005 y 2012 procede del precio del crudo, que para el maíz y el trigo es del 52 % y 64 % respectivamente." "No hay duda de que durante el reciente período de alzas de los precios volátiles de los alimentos y el registro de ganancias de la industria del petróleo, los precios de este último influyeron de forma más directa en los precios de los alimentos", sentencia Baker.