Según informa el diario La Nación, el secretario de Energía, Daniel Cameron, planteó a algunas empresas petroleras y a los fabricantes de autos "que a partir del primer día del año próximo la mayor parte de las naftas que se venden en el país tengan al menos un 10% de etanol en su composición (hoy el corte es del 7%)". Similar planteo se hizo respecto del gasoil, cuyo corte con biodiésel actualmente está en el 8%.
Sin embargo, cita el rotativo, "tanto las automotrices como la mayoría de las petroleras (las principales son YPF, Esso, Shell y Petrobras) rechazaron por carta el pedido, según explicó una fuente oficial que pidió reserva de su nombre".
Desde las petroleras adujeron motivos económicos: “El biodiésel, que sobra en el país por el cierre del mercado europeo, sería bienvenido si el precio fuera inferior al del producto de importación que sustituye”.
Por su parte, desde el sector automotor sostuvieron que "no podían certificar el uso de esa cantidad de combustible orgánico sin antes hacer determinadas pruebas".
Las expectativas, según informes del sector, es que "las exportaciones de biodiésel caigan este año en torno del 40% con relación a 2012", y será el consumo interno el que tirará de la demanda, a expensas de lo que pueda hacerse con otros mercados del exterior.
De todos modos, no está dicha la última palabra, y aún podría llegarse a acuerdos para alcanzar los cortes mencionados al principio.