Carlos Alberto Fernández López, jefe del Departamento de Biocarburantes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), resaltó que “los empresarios españoles hicieron acopio de biodiésel de Estados Unidos antes de que se aprobaran las medidas antidumping y antisubvención, y es el que se está consumiendo ahora, además del que importan desde Argentina”. Recientemente, se conocieron cifras de abril sobre la exportación desde el país sudamericano que revelaban que la UE se había convertido en el único comprador del biodiésel argentino.
España sigue confiando en la agricultura para producir biocarburantes
Entre los que vieron la botella medio llena estuvo el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, quien inauguró la conferencia con la afirmación recogida por Europa Press de que "España gana en competencia y transparencia en la industria de los biocarburantes”, además de mostrar confianza en la agricultura para que su crecimiento “pase por no descartar ninguna posibilidad y no renunciar a las mejores tecnológicas para la producción de biocombustibles".
Para los asistentes a la World Biofuels organizada por F.O. Litch y la Fundación Focus-Abengoa, las regulaciones para el impulso del uso de los biocarburantes que han sido aprobadas y puestas en marcha en Estados Unidos y la Unión Europea, pueden ser decisivas para el desarrollo del mercado mundial de biocarburantes. O al menos para que los de primera generación se asienten.
En la cita de Sevilla se debatió también en torno a las regulaciones, sistemas y herramientas de control que deben asegurar que dichos biocarburantes sean parte de la solución y no del problema al cambio climático, y, sobre todo, el puente para acelerar el desarrollo de los de segunda generación, más sostenibles y con menos emisiones netas de CO2. Así, se expusieron los avances en producción de biocarburantes a partir de la hidrólisis enzimática (bioetanol), de la gasificación de la biomasa celulósica y del aprovechamiento del aceite de algas (biodiesel). Pero, incluso aquí también se oyeron voces escépticas sobre la viabilidad y rentabilidad industrial de estas apuestas.