La medida prevé además un mayor aumento en el porcentaje de biodiésel desde el 1 de noviembre próximo, cuando será del 7%. En el futuro, la cantidad de biodiésel añadido al diesel podrá volver a un máximo de 6% si el Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) justifica la razón.
El proyecto, que mantiene en 18% el porcentaje mínimo de etanol añadido a la gasolina, está ahora para ser sancionado por la presidente Rousseff.
La propuesta del gobierno determina que el biodiésel a ser utilizado deberá proceder, prioritariamente, de la agricultura familiar. Las normas para garantizar el cumplimiento de esta exigencia serán estipuladas por el gobierno.
Consenso y críticas
Las medidas han logrado consenso entre los representantes de las distintas bancadas, ya que se asegura viene a tratar de dar soluciones al sector de la caña de azúcar y su relación con el etanol, aunque debe hacerse notar que el proyecto original presentado en el Senado sólo se refería al biodiésel. Una posterior modificación fijo el aumento del corte de etanol.
Así, el oficialista Walter Pinheiro dijo que "esta medida es de suma importancia, a la medida de este tiempo, necesario e importante para la economía, de modo que podamos alentar tanto el proceso de recuperación de los molinos de caña de azúcar en Brasil, así como la actividad industrial en general".
En tanto, el senador Aloysio Nunes Ferreira, del opositor Partido Socialista De Brasil (PSDB), la medida, de emergencia, permite un estímulo para la industria de la caña de azúcar, castigado no sólo por la sequía sino también por la "política equivocada" del gobierno. "Es una medida bienvenida, no sólo por las plantas que producen azúcar y alcohol, sino también por los productores de equipos, la industria básica y más de 70 000 agricultores que suministran caña a estas plantas", dijo.
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