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El biodiésel protagoniza una guerra comercial entre Argentina y España

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APPA Biocarburantes ha reaccionado ante lo que considera “presiones intolerables argentinas para impedir la aprobación de la orden contra las importaciones desleales de biodiésel”. A principios de mayo, amERica recogió el rechazo de los productores y del Gobierno de Argentina al contenido de la orden. El nuevo presidente de APPA Biocarburantes, Alfonso Ausín, afirma que “sería increíble que el Gobierno español se plegara ante las presiones y el chantaje del país causante de esta crisis, sacrificando a la industria española del biodiésel”.
El biodiésel protagoniza una guerra comercial entre Argentina y España

El bolígrafo del ministro de Industria, que debe firmar la orden de asignación de cantidades de biodiésel a plantas españolas y otras comunitarias, sigue suspendido en el aire. No acaba de bajar al papel y rubricar definitivamente la orden. Tiene informes favorables de la Comisión Nacional de Energía y del Consejo de Estado, pero las quejas presentadas por el Gobierno argentino han frenado una rúbrica que se la suponía estampada hace meses. De ahí la reacción enérgica de la sección de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), ante lo que consideran una presión intolerable.

APPA Biocarburantes asegura que dichas presiones del Gobierno argentino sobre el ejecutivo español se dan desde hace varias semanas y buscan impedir o, al menos, retrasar la aprobación definitiva del proyecto de orden. El recién nombrado presidente de esta sección, Alfonso Ausín, afirma que “sería increíble que el Gobierno español se plegara ante las presiones y el chantaje del país precisamente causante de esta crisis, sacrificando a la industria española del biodiésel”. “El Ministerio debe aprobar la orden sin dilación alguna”, concluye.

Argentina e Indonesia copan en 2011 el 90% de las importaciones
Los productores españoles aseguran que no ha cambiado un ápice la crítica situación de la industria en España, que mantiene parada el 85% de su capacidad productiva. Por otro lado, confirman el continuo incremento de las importaciones. Según los datos de Aduanas, 2010 se cerró con una importación de unas 825.000 toneladas de biodiésel puro, el 61% de todo el consumo nacional.  APPA Biocarburantes calcula que más de tres cuartas partes de estas importaciones provinieron de Argentina (53%) e Indonesia (24%) y que el peso de las mismas ha crecido en el primer trimestre de 2011 hasta superar entre ambas el 90% del total (238.000 t), cubriendo el 60% del mercado español en este mismo período (378.000 t), superior al 47% de 2010.

En APPA BIocarburantes vuelven a señalar la raíz del problema: el sistema de tasas diferenciales a la exportación (TDE) que ambos países aplican. “El Estado argentino –afirman– grava la exportación de aceite de soja con una tasa del 32%, mientras que el biodiésel producido con dicha materia prima sólo soporta una tarifa bruta del 20%”. Mantienen que al ser Argentina e Indonesia los principales productores mundiales de aceite de soja y palma, respectivamente, “son ellos los que marcan los precios de referencia de estas materias primas y la aplicación de las citadas tasas diferenciales les sitúa en una posición de ventaja competitiva desleal respecto a los productores del resto del mundo que utilizan dichas materias primas”.

"Quieren prohibir la importación” vs “Queremos acabar con la competencia desleal”
Responsables de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) afirmaron a principios de mayo que “las razones que se esgrimen para prohibir el acceso de biodiésel son infundadas, no existen prácticas desleales en nuestras exportaciones. España no puede cerrar el mercado sin una razón fundada, de hacerlo tendría que rendir cuentas ante la Organización Mundial de Comercio”. Consideran la orden como una prohibición de acceso al mercado español. El director ejecutivo de Carbio, Víctor Castro, remarcó que España “quiere cerrar la importación y comprar a Argentina el aceite para producir allá el biodiésel, y esto va en contra de la política nacional a favor del valor agregado; cuando tenemos un producto con mayor industrialización, hay países que no nos dejan crecer”.

“Nunca hemos pedido al Gobierno medidas proteccionistas, sino simplemente que no se permita la competencia desleal en el mercado español, y los gobiernos de otros países europeos lo entendieron hace años (aplicar medidas similares a la orden paralizada)”, replica Alfonso Ausín. ”El Gobierno argentino intoxica si pretende hacer creer que la industria argentina de biodiésel es más competitiva per se que la española –prosigue–, cuando la realidad es que su ventaja es artificial y se fundamenta básicamente en la aplicación de estas tasas diferenciales”.  

Más información:
www.appa.es

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Luis A. Romero Orruma
Es absolutamente ridículo pretender que Argentina, uno de los principales productores y exportadores de soja del mundo, no pueda vender su producto con valor agregado y que España, que no produce ni un Kg de soja, quiera producir biodiesel, simplemente porque hubo una política propia equivocada y muchos que se beneficiaron con ella.
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