La European Biodiesel Board (EBB) llevaba casi un mes sin sacar una nota de prensa, y eso que entre medias el PE aprobó por amplia mayoría una resolución que pide reducir progresivamente el uso de aceite de palma en el biodiésel europeo. La resolución recuerda que en 2014 “el 46 por ciento del aceite de palma importado se destinó a combustible para el transporte, multiplicando por seis la cifra con respecto a 2010”.
A pesar de este alto porcentaje, el informe que emitió el pasado miércoles la EBB defendiendo el papel del biodiésel europeo convencional en los compromisos climáticos de la UE y la persistencia del mismo en la reforma de la directiva de energías renovables, no cita en ningún momento al aceite de palma. Ni una sola línea a la trascendente resolución del PE.
El PE deja la puerta abierta a la colza y el girasol
La puerta que deja abierta la resolución a otras materias primas (recomienda buscar y promover alternativas más sostenibles, como los aceites producidos a partir de semillas de colza y girasol cultivadas en suelo europeo) motiva quizá la elusión de la crítica por parte de la EBB, que pide abiertamente el 7 por ciento para los biocarburantes de cultivos en el transporte más allá de 2020. También demanda que los producidos a partir de aceites usados y grasas animales se consideren como avanzados.
Esta falta de reacción de la EBB contra la resolución del PE contrasta con la fuerte oposición mostrada, nada más conocerse, por los gobiernos de Indonesia y Malasia y el Council of Palm Oil Producing Countries (CPOPC). “Se trata de un acto discriminatorio contrario a la posición de la Unión Europea como líder de un comercio abierto, libre y justo”, respondieron desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Indonesia.
Empleo para comunidades pobres
Poco después, la cuarta reunión ministerial de la CPOPC se expresaba en términos parecidos, tachando de errónea la acusación del PE de que la producción global de aceite de palma va en contra de los derechos humanos y un estándar social adecuado. “Omite la realidad de que es un importante motor económico y ofrece oportunidades de empleo y es el principal ingreso para comunidades pobres”, apostillaba la CPOPC.
Dicha reunión también defendió la validez de los esquemas de sostenibilidad actuales, frente a la intención del PE de instaurar uno exclusivo que concierna a las importaciones europeas. Para Greenpeace los actuales esquemas no garantizan esa sostenibilidad, y señalan con el dedo al principal productor de biodiésel con aceite de palma en España, Masol Iberia (filial de la multinacional Musim Mas), que cuenta con dos grandes factorías en Ferrol (A Coruña) y Castellón de la Plana.
Greenpeace: “Masol Iberia compra aceite de plantaciones no autorizadas”
Según Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace, esta empresa, propietaria de la antigua Infinita Renovables, “compra aceite de palma a Goodhope, empresa que desarrolla nuevas plantaciones sin autorización y sin evaluación de impacto ambiental; ha talado bosque tropical, incluso zonas de bosque virgen; zonas clasificadas como bosques de turbera (algo que la ley forestal de Indonesia prohíbe); y ha hecho todo esto sin el permiso ni la consulta a las comunidades indígenas afectadas”.
Soto recuerda también que “Greenpeace ha expuesto cómo Musim Mas y otros grandes traders del aceite de palma (Wilmar, Golden Agri Resources...), siguen comercializando la procedente de Indofood Agri Resources, acusada de expandir sus plantaciones de palma aceitera en zonas de bosque tropical de turbera, en hábitat de especies amenazadas como el orangután, así como emplear mano de obra infantil en sus plantaciones y pagar salarios de miseria”.
Energías Renovables se ha puesto en contacto con Masol Iberia a través de todos los teléfonos que figuran a nombre de Infinita Renovables, incluidos los de las plantas de producción en Ferrol y Castellón, sin obtener respuesta a cambio. Tampoco se ha recibido contestación a un correo electrónico enviado a la matriz de la empresa, Musim Mas. Masol Iberia no dispone de página web, y en la de multinacional recuerdan que todo su aceite de palma esta certificado con el cuestionado esquema de la Roundtable on Sustainable Palm Oil.
Esquemas de certificación: “necesitan mejorar”
El reciente informe presentado por el EBB sostiene que “la cadena europea de biodiésel cumple con los estrictos criterios de sostenibilidad establecidos en la directiva de energías renovables existente y se ha comprometido a mejorarla continuamente”. A pesar de todo, piensa que hay que ahondar en esa mejora. Hay que recordar que estos sistemas han sido cuestionados por el Tribunal de Cuentas Europeo.
Oras dos ONG que llevan años también denunciando los estragos ambientales derivados de este tipo de cultivos en el sudeste asiático son Salva la Selva y Amigos de la Tierra. Ambas asociaciones han iniciado una campaña contra la iniciativa de la petrolera Total de reconvertir su refinería de Marsellla (Francia) en una biorrefinería abastecida con hidrobiodiésel de aceite de palma, además de residuos. La intención es que esté en marcha el próximo año.