El aceite de cocina usado es la materia prima cien por cien española que más se emplea para la fabricación de biodiésel en nuestro país. Está a mucha distancia, con el doce por ciento, del aceite de palma, que rebasa el 65 por ciento de las materias primas utilizadas para este biocarburante, pero su empleo conlleva una importante aportación a la economía social, con la integración laboral de decenas de personas en riesgo de exclusión.
En diciembre pasado se conoció el acuerdo del Ayuntamiento de Zaragoza y la Fundación Adislaf (Asociación de Personas con Discapacidad Intelectual de Las Fuentes) en este sentido y ahora Caritas Diocesana de Córdoba anuncia la renovación de un acuerdo similar con el grupo hostelero Cabezas Romero, propietario de cuatro importantes establecimientos en la capital cordobesa.
14.000 euros para proyectos sociales
Según la información publicada por el Diario Córdoba el convenio continúa el rubricado en abril de 2015, con el que se han recogido 26.700 kilos de aceite usado de los cuatro establecimientos mencionados. Los 14.000 euros obtenidos de la gestión de recogida y conversión del aceite en biodiésel se destinaron íntegramente a Cáritas para sus proyectos sociales.
En el sistema de recogida participa Ecoil, empresa reconocida como gestora de residuos urbanos y especializada en la recogida, tratamiento y reciclaje de aceite vegetal usado. Ecoil colabora con Solemccor, la empresa de inserción laboral de Cáritas, en la campaña Ni una gota al agua, para contar con los recursos materiales y humanos necesarios que completan todo el ciclo de recogida, tratamiento y producción del biocarburante.
En la presentación de esta campaña en 2014, Cáritas subrayó que la colaboración entre Ecoil y Solemccor tiene como objetivo principal “crear empleo para las personas en riesgo de exclusión social mediante la recogida de aceite usado de bares y restaurantes de la ciudad”.