Amigos de la Tierra considera que "el texto a negociar sigue resultando ambiguo y muy poco ambicioso". El último documento objeto de negociación, que presentará mañana un texto más definido, "no hace más que confirmar -asegura esta oenegé- que "las negociaciones parecen rendirse ante los intereses de los lobbies energéticos y los países que los respaldan. Según Amigos de la Tierra, "las opciones contempladas en el texto en este momento no permitirían que la temperatura global se mantuviese por debajo del umbral del 1,5ºC de temperatura, recomendado por la ciencia, ni siquiera con los 2ºC, por mucho que estas referencias se mencionen en los primeros artículos del borrador, referentes a los objetivos de reducción de emisiones". La mención al pico de emisiones que se aceptaría -añaden los ecologistas- es "absolutamente vaga: mientras la ciencia advierte sobre la necesidad de reducir las emisiones ya, el Acuerdo de París simplemente menciona un 'cuanto antes', sin que haya un significado concreto".
Medidas de mitigación
Amigos de la Tierra alude en su comunicado asimismo a las medidas de mitigación: "la referencia expresa a la descarbonización -dicen- ha perdido definitivamente su posición en el acuerdo, a pesar de ser una herramienta indispensable para lograr el camino deseado de reducción de emisiones". Esta opción -añaden los ecologistas- debería ser "indiscutible si los negociadores tuviesen la firme decisión de impedir los efectos irreversibles del cambio climático, en vez de seguir alargando la era de los combustibles fósiles". El concepto de neutralidad -concluye la organización (en lo que se refiere a este punto)- se encarga de ocupar este lugar estratégico, "lo que incluye falsas soluciones como la captura y almacenamiento de carbono".
Países no industrializados
Según Amigos de la Tierra, los países no industrializados "son de nuevo la principal diana de los efectos del cambio climático; en el acuerdo peligra la mención a la ayuda que percibirán estos países, por lo que si estos fondos no fuesen suficientes, una gran parte de los esfuerzos de reducción de emisiones se focalizarían en los países que a día de hoy luchan por salir de la pobreza". Finalmente -añade la oenegé-, no aparecen plazos bien definidos para revisar los compromisos, siempre voluntarios, de los países ricos, que son los que más han contribuido al cambio climático: "en esta línea, se mantiene un artículo vacío para el mecanismo de daño y pérdida, que no implicará compensación alguna para aquellos países que enfrentan daños devastadores a los que no se pueden adaptar".
Derechos humanos
Según el coordinador de Amigos de la Tierra, Alejandro González, "resulta paradójico que, en el Día de los Derechos Humanos, los países de todo el mundo, den la espalda a las personas y al planeta”. El hecho de que la parte más ambiciosa del acuerdo -ha añadido- sea un compromiso financiero "de únicamente 100.000 millones de dólares, una fracción de lo que cualquier país emplea en cualquier guerra, implica que este acuerdo se ha sacado adelante a golpe de compromisos financieros”. Así, González considera que "los países ricos se han llenado la boca con buenas palabras" y lamentado el hecho de que "ni siquiera sabemos si la financiación va a ser adicional ni cómo se va a aumentar este compromiso, ni de dónde se va a sacar el dinero”.
Rebelión
Amigos de la Tierra denuncia igualmente que la fuerza legal del acuerdo es "absolutamente irrisoria, puesto que el tratado se acomoda a los intereses de Estados Unidos y no obliga a los países a cumplir con unos objetivos de reducción de emisiones, una mofa a las recomendaciones del IPCC". La organización considera así que "los países se han rendido a los intereses de los combustibles fósiles, y llama a la rebelión ciudadana y a que los países no industrializados se opongan a este acuerdo y eviten que nos conduzca a una catástrofe climática". Amigos de la Tierra denuncia que "las buenas palabras de los países ricos al inicio de la cumbre se han quedado en cenizas y han cedido, encaminando al planeta hacia un cambio climático catastrófico". Una vez más -concluye el comunicado de la organización ecologista- la sociedad civil será quien marque el camino y ponga en marcha las soluciones frente al cambio climático.