El sector de la construcción es responsable del 39% de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía a nivel mundial, y el carbono incorporado en los materiales de construcción podría consumir hasta la mitad del presupuesto de carbono restante de 1,5ºC.
Los recientes avances en el diseño, los conocimientos técnicos, la construcción, el funcionamiento y la modernización de los edificios, así como los materiales de construcción con bajo contenido de carbono o incluso de almacenamiento de carbono, sugieren que el sector podría llegar a ser neutro para el clima en sí mismo. Pero los autores de este informe, que se puede consultar en Annual Review of Environment and Resources, advierten que debe tomar medidas urgentes para aprovechar las tecnologías y los conocimientos existentes.
En este sentido, destacan que esta investigación resulta especialmente oportuna en este momento, ya que, durante la pandemia, las sociedades y las ciudades están llevando a cabo una reflexión colectiva sobre cómo vivimos y qué valoramos en nuestros hogares. Lograr emisiones netas de carbono cero en el sector de la construcción es vital para alcanzar los objetivos climáticos. La construcción sostenible y la modernización energética son también una fuente de empleo, y se han identificado como una parte clave de la recuperación económica respetuosa con el clima de Covid-19.
Los edificios de energía neta cero son, además, muy importantes para los hogares de menores ingresos y las regiones más pobres, ya que reducen radicalmente las facturas de refrigeración y calefacción, ahorrando hasta un 95% de la demanda de energía en comparación con las casas convencionales.
Donde están los mayores desafíos tecnológicos
"Nuestra investigación muestra que los edificios de energía neta cero y las adaptaciones son factibles en todos los rincones del mundo, en todos los climas y prácticamente en todos los tipos de edificios. Ya son una realidad del mercado en muchos lugares, son pilares fundamentales de una economía de clima neutral, ha declarado Diana Urge-Vorsatz, coautora del estudio y directora del Centro para el Cambio Climático y la Política Energética Sostenible de la Universidad de Europa Central.
"Si queremos llegar a un sector de construcción global de energía cero para mediados de siglo, esta tecnología tiene que convertirse en la práctica estándar ahora. Cada edificio que construimos o modernizamos y que no aprovecha al máximo nuestra tecnología de energía cero y nuestros conocimientos nos encierra en un clima más cálido", añade.
Radhika Khosla, otra de las autoras del trabajo e investigadora principal de la Smith School of Enterprise and the Environment, Universidad de Oxford, indica que los mayores desafíos tecnológicos para los edificios de energía neta cero se encuentran en los edificios comerciales de gran altura en climas cálidos y húmedos, así como en los edificios del patrimonio histórico modernizados, pero existen soluciones.
"En un clima cálido, el uso de energía en los edificios aumentará incluso si el enfriamiento es lo más eficiente posible. El aumento de la riqueza, el espacio y las necesidades de comodidad se prevé que aumente drásticamente la demanda de energía, con el correspondiente aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, hay soluciones: por ejemplo, diseños de sombra para bloquear el sol, o para canalizar el viento y permitir la ventilación natural en los edificios altos".
