Las técnicas impartidas a los conductores durante la realización de estos cursos permiten ahorrar hasta un 15% de combustible. En el caso de un turismo, el ahorro puede llegar a los 168 euros al año, cifra que aumenta hasta los 4.455 euros para los autocares, los 3.516 euros para los autobuses urbanos, o 2.468 euros anuales si se trata de vehículos pesados de mercancías.
Entre los consejos para reducir emisiones contaminantes y ahorrar combustible destaca la conducción en la marcha más larga posible y a bajas revoluciones, evitar acelerones o frenazos bruscos, llevar una conducción suave y una velocidad uniforme. También influye reducir de marcha lo más tarde posible en los procesos de deceleración o realizar siempre la conducción con anticipación y previsión.
El viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Federico Ramos, ha señalado que “a estos cursos organizados desde 2006 han asistido ya más de 23.600 madrileños”. En ellos se enseña a utilizar el vehículo de una forma más eficiente, tanto para reducir los gastos asociados al carburante como para paliar las emisiones tóxicas a la atmósfera.
El ordenador como chivato
Durante las clases, primero se realiza un recorrido urbano con vehículos dotados de ordenadores que miden el consumo de combustible mediante la conducción tradicional del alumno. Y se da una clase teórica, en la que se explican las técnicas para poder realizar una conducción ecológica. Después, el conductor realiza el mismo recorrido, pero aplicando las técnicas de conducción menos contaminantes que se les han enseñado. En este caso el ordenador muestra la disminución de consumo de combustible y la reducción de emisiones de CO2.
La Comunidad de Madrid, que ha invertido 3,2 millones desde el inicio de la iniciativa, cuenta con un presupuesto para 2011 de 800.500 euros que permitirá la realización de 3.500 cursos para conductores de turismos, y 1.850 para vehículos industriales.