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La dependencia energética de España, casi 20 puntos por encima de la media UE28

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El Club Español de la Energía, entidad privada que preside Borja Prado, acaba de presentar su «Balance energético 2016 y perspectivas para 2017», documento que recoge los principales indicadores del sector energético nacional. La de este año es la trigésima edición de este Balance, en el que destaca un dato muy negativo: la dependencia energética de España se situó el año pasado en el 72,3% (la de la UE es del 53,5%).
La dependencia energética de España, casi 20 puntos por encima de la media UE28

Mala nota en materia de dependencia. España depende de las importaciones energéticas (sobre todo de combustibles fósiles) mucho más que la mayoría de los países de la UE28. Porque prácticamente el 100% del petróleo que consume la economía española procede de allende las fronteras, y prácticamente el 100% del gas natural que usamos (para generar electricidad o producir calor) nos llega también desde otras naciones (como Nigeria, Catar o Argelia). Y el problema es que España consume mucho petróleo y mucho gas natural. Por eso nuestra dependencia es tan elevada: hasta el 72,3% de la energía que usamos en 2016 la tuvimos que importar de otras naciones. Ese es (72,3) uno de los datos clave del último Balance Energético 2016 que ha publicado el Club Español de la Energía (Enerclub).

Dependemos
España carece de yacimientos de petróleo y tampoco tiene bolsas de gas. Según la mayoría de los autores, la solución sería pues desconectar el gas de la generación de energía (no tenemos, luego no apostamos por él) y apostar por las energías renovables, que independizan nuestra economía de las fuentes de energía foráneas. La apuesta gubernamental de los últimos 20 años ha olido sin embargo siempre a gas. Así, y según el primer Informe sobre el Estado de la Unión de la Energía (que publicó la Comisión Europea en noviembre de 2015), si en 1995 solo el 7,7% del consumo bruto nacional de energía había que apuntárselo al gas natural, hoy, dos décadas después, ese porcentaje llega al 22. Es más: el programa electoral con el que el PP concurrió a las elecciones de 2011 lo decía muy claramente: queremos convertir España en "un mercado de referencia del gas natural en el Mediterráneo" (véase página 46).

Más allá del gas, estos son los indicadores que destaca en su Balance el Club Español de la Energía
• La demanda de productos petrolíferos ha crecido en 2016 un 1,8% con respecto a la registrada en 2015, "en línea -sostiene Enerclub- con el crecimiento económico". El apunte -"en línea con el crecimiento económico"- contrasta con la tendencia global a desconectar el crecimiento económico del crecimiento del consumo de energía. En las naciones más avanzadas del mundo, la economía crece más que el consumo de energía. Hay sectores incluso en los que crece la producción a la par que se reduce el consumo: menor consumo de energía como consecuencia de la mejora de las tecnologías, el mejor aprovechamiento de los recursos o la mejor gestión de la energía (eficiencia). El Club Español de la Energía, sin embargo, parece seguir ligando, indisoluble, el crecimiento económico y el de gasto de energía.

• Enerclub destaca por otra parte que "la demanda de gas crece un 2,1% en 2016". Más aún, el Club prevé más crecimiento en 2017. Según su informe, el consumo de gas natural en este año (2017) crecerá otro uno por ciento (1%) con respecto al consumo registrado el año pasado. Por lo demás, Enerclub asegura que "los ciclos combinados tuvieron un papel clave en el último trimestre en un escenario de baja hidraulicidad y producción eólica".

• El único de los combustibles fósiles que pierde protagonismo es el carbón, que tuvo en 2016 una menor participación en la generación eléctrica (19,7% en 2015; 14,3% en 2016). El Club Español de la Energía estima que esa menor generación fue asumida por la hidráulica (11,7% en 2015 y 15% en 2016).

• Otro de los datos negativos (en lo que se refiere a la dependencia) lo ha marcado en 2016 la electricidad. Después de más de diez años exportando kilovatios (porque España ha sido exportadora neta durante más de una década), el año pasado el país le dio la vuelta al balance y se convirtió en importador neto de electricidad. O sea, que si hasta el 16 al menos exportábamos un producto energético (la electricidad), el año pasado añadimos a las importaciones de petróleo, gas y uranio las de electricidad. Importamos por primera vez en más de diez años... y eso que la demanda apenas creció (un 0,8% con respecto a la registrada un año antes, en 2015). Lo que sí ha caído es la producción interna, que ha bajado un 2,2%.

Por lo demás, el Club Español de la Energía prefiere ver el vaso medio lleno
• Se reduce la dependencia energética en 1,5%, alcanzando el 72,3%.
• La energía primaria creció un 0,2% y la energía final un 1,5%, con respecto a 2015.
• España se encuentra -sostiene Enerclub- en la senda adecuada para el cumplimiento de los objetivos a 2020. En 2016, un 16,2% de la energía final provino de energías renovables (excluidos los biocombustibles).
• Las energías renovables generaron el 38,5% de la electricidad en 2016.

El Club Español de la Energía es una entidad privada, sin ánimo de lucro, cuyos asociados ejecutivos son Cepsa, Repsol, Endesa, Gas Natural Fenosa, Viesgo e Iberdrola.

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