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Greenpeace señala las causas de la subida de la luz

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La organización ecologista considera que la subida del precio de la electricidad durante la ola de frío es "la gota que colma el vaso de los despropósitos del Gobierno en materia energética". Según Greenpeace, las energías renovables, el autoconsumo, las medidas de ahorro, el desconectar el gas de la electricidad (o sea, no producir más electricidad con gas, que es muy caro) y bajarle el precio a la potencia (el PP lo subió en 2013 en algunos tramos más de un 100%) son las soluciones para reducir el precio de la luz. [En la imagen, la ciudad de Ronda, en Málaga, bajo la nieve].
Greenpeace señala las causas de la subida de la luz

La responsable de la campaña de energías renovables de Greenpeace, Sara Pizzinato, declaró ayer que el Ejecutivo está entorpeciendo el desarrollo de las renovables, el autoconsumo y las soluciones de ahorro de energía porque no quiere aceptar "ninguna medida que reduzca las facturas de la luz". Según la portavoz ecologista, la política energética del Partido Popular está siendo "ciega ante las necesidades de la ciudadanía" y "solo responde a los intereses económicos de las eléctricas". En ese sentido, Greenpeace difundió ayer un comunicado en el que denuncia que el Ejecutivo Rajoy no solo "prefiere las energías obsoletas y contaminantes, que tienen un impacto directo en las facturas de los hogares", sino que, además, está impidiendo que la ciudadanía se beneficie de las ventajas ambientales y económicas de "las dos mayores oportunidades energéticas de España: las renovables y la racionalización de la cantidad de energía que usamos".

Lo que hizo el PP con la trasposición de la Directiva de Ahorro y Eficiencia es paradigmático
El RD 56 tiene un nombre muy largo: "Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero, por el que se traspone la Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, relativa a la eficiencia energética, en lo referente a auditorías energéticas, acreditación de proveedores de servicios y auditores energéticos y promoción de la eficiencia del suministro de energía". Un nombre en efecto muy largo que viene a ser alegoría de los dilatadísimos prolegómenos que antecedieron a su aprobación. A saber: el RD 56 fue aprobado en el Consejo de Ministros del 12 de febrero de 2016 con un retraso de 20 meses desde que finalizara el plazo de trasposición de la directiva -fijado por Bruselas para el 5 de junio de 2014- y con el precedente de un expediente sancionador por parte de la Comisión Europea (expediente con fecha de octubre). Ese bien puede ser uno de los ejemplos de lo que significa para el Ejecutivo Rajoy el ahorro y la eficiencia energetica. En fin: un asunto escasamente prioritario.

Greenpeace explica por qué sube la demanda de electricidad
El precio de la electricidad, en España, varía en función de qué tecnologías satisfacen la demanda de electricidad de cada hora de cada día del año. El precio es fijado mediante un mercado mayorista que cada hora marca ese precio con un mecanismo marginalista. Es decir, primero se compran todas las existencias de la fuente de energía más barata disponible. De ahí se pasa a comprar las más caras hasta llegar a cubrir toda la necesidad de electricidad prevista. El precio final será determinado por la fuente más cara. Que suba la demanda de electricidad implica que tendremos que acudir a las tecnologías más caras y contaminantes para abastecernos (carbón y gas) y, por lo tanto -explican desde Greenpeace-, es imprescindible fomentar el ahorro de energía para evitar llegar a situaciones como la actual.

En este sentido cabe destacar cómo medidas de ahorro y de eficiencia energética, especialmente en los momentos de máxima demanda, pueden contribuir a hacer innecesario acudir a las fuentes más caras reduciendo tanto las emisiones como el precio mayorista de la electricidad. De este modo, aunque la estructura de la factura eléctrica no deje ver claramente el impacto positivo del ahorro en los costes para el consumidor, sí existen ventajas económicas y ecológicas.

Greenpeace considera sin embargo que la reforma eléctrica que ha ejecutado el Gobierno tiene un objetivo muy distinto: mantener los ingresos del sistema eléctrico evitando a toda costa cualquier medida de eficiencia. Para garantizarlo -explican los ecologistas-, ha casi duplicado el peso de la parte de la factura de la electricidad fija, por lo que, aunque se reduzca a cero el consumo de electricidad, el consumidor tendrá que seguir pagando una parte de la factura eléctrica fija que es proporcional a la potencia contratada. Este término fijo ha crecido desmesuradamente en los últimos años a causa de la presión de las empresas eléctricas, que no quieren ver mermados sus beneficios incluso cuando la crisis o las medidas de eficiencia han bajado considerablemente la demanda de electricidad. Por lo tanto, la señal económica que debería fomentar el ahorro de energía y hacer rentables medidas en este sentido, ha desaparecido dejándonos vulnerables ante las subidas de precios.

En el caso del autoconsumo, una forma de reducir la compra de electricidad de la red gracias a la producción in situ de electricidad renovable, el Gobierno ha sido aún más duro al imponer la normativa más restrictiva del mundo en esta materia, el impuesto al sol. Recientemente han quedado claras las razones del Gobierno en el documento de evaluación de la Propuesta de Ley de Autoconsumo en la que la Secretaría de Estado de Energía explica que no admitirá ninguna medida que pueda reducir la factura eléctrica al ser su prioridad mantener los ingresos del sistema.

Los ecologistas explican por qué el frío aumenta el precio del gas y de la electricidad
Al aumentar la demanda de gas natural para la calefacción, sube su precio y esto afecta tanto a las facturas del gas como a las de la electricidad, ya que los ciclos combinados de gas están marcando en muchas ocasiones el precio mayorista de la electricidad al ser los más caros. Esto no pasaría si tuviéramos más renovables para poder abastecernos.

Llueve poco y sopla poco viento. Pero, ¿y las demás renovables?
Según Greenpeace, las energías renovables son las más baratas, así que, cuando faltan se nota en el precio mayorista de la electricidad. Los ecologistas reconocen que ciertamente hay poco recurso hidráulico y eólico en estos últimos días, pero destacan que, sin embargo, "la energía fotovoltaica y la solar termoeléctrica están funcionando prácticamente a pleno régimen". El problema radica en que, "desde la última legislatura del Partido Popular, casi no se instala nueva capacidad de energía solar en España, por lo que no hay suficientes renovables que puedan compensar la reducción de la producción de hidráulica y eólica". Así, concluye Greenpeace, "todos los consumidores estamos pagando en estos días con mucha más claridad los errores energéticos del Gobierno, que sigue apostando por las energías caras y sucias". En España, uno de los países con más sol, hay muy poca energía solar instalada (4,8 GW): tan solo una cuarta parte que en Italia (18 GW) y solo una décima parte de lo que tienen en Alemania (40 GW).

Greenpeace denuncia "el abuso de poder de las eléctricas"
El sistema actual -explican los ecologistas- permite a las eléctricas aprovechar su posición de dominio para especular con la producción hidroeléctrica y el almacenamiento hidráulico, que, en vez de ponerse al servicio de la mejor gestión del sistema eléctrico, son gestionadas por las empresas para maximizar sus beneficios. En opinión de Greenpeace, los activos hidroeléctricos deberían ser gestionados independientemente por Red Eléctrica.

Sube el precio del petróleo
La subida en el precio de las importaciones de petróleo, según el ministro Nadal, está afectando a nuestros precios energéticos. La dependencia energética del exterior de España (más del 99% en el caso del petróleo) está lastrando nuestra economía, ya que no solo sube la factura de la luz, también hace que la balanza comercial pase a los números rojos desde hace años. Pues bien, según Greenpeace, "la estrategia del Gobierno ha sido esconderse detrás de la reducción de los precios internacionales del petróleo para no hacer nada para eliminar esta dependencia".

La organización ecologista considera que "la solución pasa por electrificar con energías renovables a los sectores de la economía que más dependen del petróleo, pero casi nada se ha hecho en este sentido". Al contrario -lamentan desde Greenpeace-, "el Gobierno ha defendido los intereses de los fabricantes de coches incluso en situaciones tan bochornosas como el Diesel Gate o ha abierto todo el territorio a proyectos muy controvertidos de búsqueda de petróleo y gas".

Greenpeace recomienda a cada consumidor que compruebe si la potencia contratada es la adecuada. Puede encontrar indicaciones de cómo bajar la potencia que tiene contratada en la web bajatelapotencia.org y reducir de forma muy efectiva su factura y contribuir a que el sistema eléctrico sea algo más racional y eficiente en su dimensionado.

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