En esta ocasión, además de Ramón Larramendi, explorador y creador del eco-vehículo polar. la tripulación la forman: el investigador australiano-americano Ross Edwards (Universidad de Curtis- Universidad de Wisconsin); el logista Hilo Moreno, que ya estuvo en la expedición de 2016 y acaba de regresar de las bases en la Antártida; y el groenlandés Jens Jacob Simonsen.
La expedición está patrocinada por la agencia de viajes Tierras Polares y la base ártica EastGRIP y cuenta con el apoyo de la Sociedad Geográfica Española. Está previsto que salga de España el día 15 de Mayo; cuatro días después, un helicóptero les trasladará al hielo e iniciarán el recorrido el día 20, para finalizar en torno el 27 de junio.
1.200 km con cero emisiones
El Trineo de Viento mide 12 metros de largo (divididos en cuatro módulos) por 3,3 de ancho, y va tirado por grandes cometas. Transportará 2.000 kilos de peso y recorrerá unos 1.200 kilómetros, desde Kangerlussuaq, en la costa suroeste de Groenlandia hasta la base científica internacional EastGRIP, en el noreste, con cero emisiones. Utilizará energía eólica, solar y cinética para su funcionamiento y el de los dispositivos científicos.
El eco-vehículo se situará sobre la que es la mayor y más rápida corriente de hielo de Groenlandia, un flujo que avanza del interior hacia el océano unos 100 metros al año y del que aún se desconocen muchas de sus características. Su estudio es fundamental para conocer mejor uno de los grandes impactos del cambio global: la subida del nivel de los océanos.
Sobre ese río de hielo, que da nombre a la expedición, y en una ruta de unos 300 kilómetros desde el punto que decidan los investigadores de EastGRIP, se realizarán 13 de las 17 perforaciones previstas a unos 15 metros de profundidad. El resto (otras cuatro) se llevarán a cabo desde la salida en el oeste de Groenlandia hasta la llegada a la corriente.
Proyectos
Los datos y las muestras de la nieve y el hielo (unos 200 kilos) serán recogidos para dos proyectos internacionales: Dark Snow, sobre contaminación por hollín del hielo, y Ice2Ice, sobre la desaparición del hielo ártico.
En el primero de ellos, el investigador principal es el norteamericano Jason Box, del Servicio Geológico Danés, junto con Ross Edwards, uno de los tripulantes de la expedición; en el segundo participa Paul Travis Vallelonga, del Centro de Hielo y Clima de la Universidad de Copenhague, quien ha destacado en la presentación en Madrid “la gran innovación para la ciencia polar“ que supone el Trineo de Viento, “dado que moverse en el interior de Groenlandia siempre es costoso y complejo y con este eco-vehículo tenemos la oportunidad de recorrer grandes áreas sin contaminar”.
Asimismo, durante la travesía se recogerán datos gracias a un georradar que funciona por energía solar y que ha sido adaptado por el equipo de los glaciólogos españoles Francisco Navarro y Javier Lapizaran, ambos de la Universidad Politécnica de Madrid, para esta expedición. Este georradar es capaz de alcanzar los 25 metros de profundidad.
Otro de los proyectos es el del biólogo Antonio Quesada y su grupo de la Universidad Autónoma de Madrid, consistente en la instalación a bordo del Trineo de Viento de un colector de aire que, según ha informado Quesada, está preparado para captar y recoger microorganismos que podrían estar colonizando el interior de Groenlandia, un trabajo que ya se desarrolla en la Antártida. El dispositivo ha sido diseñado para funcionar con la energía cinética que genera el movimiento del Trineo, siempre en busca de la máxima eficiencia.
Por último, para una investigación del médico polar Daniel Pérez del Castillo se hará un seguimiento de las constantes vitales de los cuatro expedicionarios. Colaboran también tres predictores de la Agencia Española de Meterología (AEmet) que facilitarán los partes meteorológicos y recogerán información sobre el comportamiento del viento en Groenlandia para futuros estudios climáticos.
Plataforma científica internacional
Esta es la primera vez que el Trineo de Viento se convierte en una plataforma científica y tecnológica internacional; una plataforma móvil única en el mundo, desde la que se documentarán los acelerados procesos de cambio climático en el Ártico con cero emisiones.
Asimismo, gracias al vehículo, España estará presente en los proyectos que se desarrollan en la base EastGRIP, desde la que se está realizando una perforación de 2.550 metros de profundidad para el estudio de las dinámicas de las corrientes de hielo y del clima en los últimos 8.500 años. La instalación es financiada por Dinamarca (56%) , la U.S. National Science Foundation (13%), Alemania (9%), Noruega, (8%) Francia (8%) Japón (8%), Suiza (8%) y cuenta con aportaciones de China, Islandia, Italia, Suecia y Corea del Sur.
“Estamos muy satisfechos con la evolución que está teniendo nuestro Trineo de Viento, pues la comunidad científica nacional e internacional ya es consciente de las posibilidades que se abren gracias a este convoy. Confiamos en que un día pase a formar parte de las aportaciones del Programa Polar Español, de forma que pueda estar disponible para los científicos que lo necesiten y permita que España esté presente en lugares y proyectos donde hoy no es posible por el coste que tiene, ” ha señalado Larramendi.
La expedición podrá seguirse día a día en la web del Trineo de Viento.
