El Ministerio de Energía, que dirige Álvaro Nadal, publicó ayer en el BOE la Orden por la que se actualizan los parámetros retributivos de las instalaciones de producción de energías renovables. Pues bien, según la Asociación Empresarial Eólica, esa Orden (que establece el precio al que le pagarán a los productores de energías renovables el kilovatio hora en 2017, 18 y 19) se basa en "previsiones de precios alejadas de la realidad", ignora las recomendaciones que ha emitido la CNMC sobre el particular y mantiene como referencia para el cálculo de la retribución regulada "un precio de mercado artificialmente alto en vez de los precios de los mercados de futuros".
¿Consecuencia de esa estimación "alejada de la realidad"?
La eólica ingresará en tres años -calcula la AEE- unos 400 millones de euros menos (un -38%) de lo que le correspondería. La Asociación se explica: en la Orden ministerial, que fija la retribución de las renovables para el semiperiodo regulatorio 2017-2020, el regulador ha vuelto a tomar como referencia un precio de mercado de 52 euros el megavatio hora (52 €/MWh) a partir de 2020 (el mismo que en el semiperiodo anterior, que ha resultado ser desacertado). El regulador toma como referencia esos 52 € en vez de los 41,62 €, que eran la referencia tomada por el propio Gobierno en la memoria de la Orden por la que se aprueba la previsión de ingresos y costes del sistema para 2017-2022 (véase página 25), lo que la CNMC califica de “abierta contradicción”. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia afirma que echa en falta “la concreción de una metodología reproducible que defina expresamente la forma de obtención de dichas estimaciones”.
¿Se está sembrando deliberadamente incertidumbre en el sector?
En un segundo informe sobre la Orden de peajes de 2017, la CNMC señala que “no se justifica” (página 37 de ese informe) que de 2020 en adelante se adopte la hipótesis de que el precio se sitúe a esos niveles, como ya se hizo en 2014, “con la diferencia de que ahora se compadece mal con la de aquellos precios para cuya estimación sí existe una metodología, ligada además a las cotizaciones del mercado de futuros” (hoy los precios de los futuros para 2020 se sitúan en 42,62 euros).
En el informe sobre la orden de revisión de parámetros publicada ayer en el BOE, la CNMC va más allá: “la mejor manera de salvaguardar la estabilidad financiera que la regulación persigue pasaría por adoptar una previsión continuista con respecto a la empleada para aquellos años en los que sí se dispone de un procedimiento de cálculo apoyado en los resultados de los mercados a plazo” (véase página 15).
En los últimos tres años -denuncia AEE-, las empresas eólicas han cobrado una media de 6,37 €/MWh menos de retribución por la desviación a la baja de la senda de precios prevista en la ley. La diferencia entre las previsiones de precios y la realidad ha supuesto que el sector haya dejado de ingresar 630 millones de euros (M€). "Teniendo en cuenta esta experiencia -lamenta la Asociación-, no se entiende que el Gobierno apueste por perpetuar la situación justo cuando podía haber optado por corregirla".
El yerro gratis (y no compenso)
La Asociación Empresarial Eólica critica por otro lado la existencia de unos "límites a las compensaciones a las que tiene derecho el sector cuando se producen estas desviaciones en los precios". Según la AEE, esos límites impiden que las empresas sean compensadas con el 100% de la cantidad necesaria para alcanzar la rentabilidad razonable prevista al final de su vida útil. En el caso del sector eólico -continúa la AEE-, las compensaciones serán sólo por el 36% de lo que le correspondería para el primer semiperiodo, que finalizó el pasado 31 de diciembre. El sector considera que estos límites deberían ser eliminados, "como también tendría que serlo la posibilidad de que la propia rentabilidad razonable sea variable (el Gobierno puede modificarla cada 6 años, la primera vez a finales de 2019)".
La AEE concluye que estas dos circunstancias demuestran tanto la inestabilidad del sistema como su arbitrariedad
El "cambiaré la rentabilidad razonable cada 6 años si lo estimo conveniente" (con el consecuente efecto incertidumbre sobre los inversores) y el "yerro gratis (y no compenso)" impiden -según la AEE- que las empresas obtengan los ingresos que les promete la propia ley, o sea, que impiden la rentabilidad razonable. Además, sin una mínima certidumbre, sin estabilidad, "va a ser difícil -sostienen desde la Asociación- que en España se hagan las inversiones eólicas necesarias para cumplir con los compromisos internacionales y la Transición Energética y se pone en riesgo el futuro de un sector que exporta tecnología por valor de unos 3.000 millones de euros anuales, da empleo a 22.500 personas y rebaja el precio de la electricidad".
Valoración
La Asociación Empresarial Eólica calcula que, en los primeros tres años completos desde la aplicación de las nuevas reglas retributivas, los ingresos del sector han descendido un 34%, "lo que en muchos casos ha puesto a las empresas en dificultades para atender el servicio de la deuda". Así, el mercado doméstico se ha paralizado: desde finales de 2013, se han instalado 65 MW en España, mientras que, en Europa, y solo en 2016, se instalaron 12.500 nuevos megavatios eólicos. El sector nacional está sobreviviendo gracias a la exportación: los fabricantes -informa AEE- han exportado el 100% de su producción, "lo que dificulta -alerta la Asociación- su permanencia en el país". Además, todas estas dificultades -concluye la AEE- están teniendo su reflejo "en la pérdida de valor de los activos y en los cambios de manos de estos a precios inferiores a los anteriores a la Reforma Energética".
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