AmChamSpain acaba de publicar un documento –"Spain 2020: la política energética como palanca de crecimiento"– en el que plantea al gobierno español una serie de propuestas en materia de política energética. Para empezar, el documento esboza un retrato energético de España, un retrato que la cámara estadounidense compone con una serie de líneas básicas o "premisas" que habría de tener en cuenta el ejecutivo de Mariano Rajoy a la hora de diseñar la política energética española. Entre ellas, AmChamSpain señala sobre todo dos. La primera es la negativa dependencia energética española, una dependencia –"en particular (...) con respecto al Magreb y a Oriente Medio", especifica el documento– que se sitúa en el 79,4% de la energía primaria, es decir, 25 puntos por encima de la media de la UE (53,9%) y que se traduce en un déficit de alrededor de 40.000 millones de euros anuales: "esta dependencia tiene un impacto negativo para la competitividad de la economía".
Energía que no hay que importar
La otra clave (premisa) en la que más se detiene el documento sería la otra cara de la moneda: la de las energías autóctonas, las que no hay que importar. Así, y según "Spain 2020...", las energías renovables ejercen un "impacto positivo para el conjunto de la economía porque favorecen una menor dependencia energética". Además, el documento señala que las renovables, "en los últimos años, han ido ganando relevancia como industria (...), favorecen la internacionalización de la economía –fruto de la experiencia acumulada en este sector–, promueven la I+D+i de empresas españolas e instituciones públicas y tienen un impacto positivo en el medio ambiente, porque contribuyen a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero". Eso sí, "Spain 2020..." concluye apuntando que "las renovables tienen que ser más competitivas, lo que se está logrando gracias a la maduración de las tecnologías, a través de la reducción de costes y la mejora de la eficiencia". Por fin, las otras "premisas" que debería tener en cuenta el gobierno español a la hora de diseñar su política energética (según la cámara de comercio de los Estados Unidos) serían el déficit de tarifa, la estrategia 20/20/20 y la idea de que "los ciclos combinados, las centrales nucleares y las centrales térmicas tradicionales (carbón) conforman la energía base".
La "transparencia" de Eduardo Montes, patrón de Unesa
A continuación, "Spain 2020: la política energética como palanca de crecimiento" propone una decena de medidas a las que llama Propuestas. La primera es "un gran pacto de estado en materia de política energética", un pacto que considera "imprescindible para mejorar el potencial de crecimiento y la competitividad de la economía". En segundo lugar, la cámara americana exige al gobierno seguridad jurídica: "la seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria es una exigencia para proteger las inversiones realizadas por productores y consumidores (...), así como para asegurar la realización de las inversiones necesarias en la próxima década". En tercer lugar, AmChamSpain propone –para poner fin al déficit de tarifa– "el análisis de los costes y el reflejo de estos en las tarifas", reivindicación tradicional del sector de las renovables, siempre acusado por la gran patronal eléctrica de ser causante de ese déficit. Curiosamente, ayer, en una entrevista publicada en el diario El Economista y que firman los periodistas Rubén Esteller y Lorena López, el presidente de la patronal eléctrica, Eduardo Montes, rechazaba una auditoría de costes al sector: "he trabajado en muchos sectores y a nadie jamás se le ha ocurrido preguntarme cuáles son mis costes", dice en esa entrevista, transparente, Montes.
Mucha energía base
Y, por fin, como cuarta gran línea general de la futurible política energética española, AmChamSpain señala la interconexión con Europa, que la cámara americana considera que situaría a España como "socio estratégico de la UE en materia energética". Por lo demás, "Spain 2020..." dispara en todas direcciones a la hora de defender la denominada "energía base". Así, dice sí al carbón (por su condición de energía base), asegura además que las centrales de ciclo combinado cumplen "un papel imprescindible para la seguridad del sistema" y apuesta por fin y sin tapujos también por la extensión de la vida de las centrales nucleares, que califica de conveniente, "ya que se garantiza la disponibilidad que ofrece la energía base". El impulso al vehículo eléctrico, la mejora de la eficiencia energética y el fomento de la I+D+i serían las demás líneas de actuación que propone la cámara americana. Con respecto a esto último, AmChamSpain señala concretamente lo siguiente: "las políticas de I+D+i deben destinar los fondos adecuados a proyectos de investigación en materia energética, por la importancia estratégica de la misma y porque España se ha convertido en un referente en energías renovables; esta posición se ha de mantener sobre la base de la investigación". Por cierto, el gobierno acaba de reducir en un 25% el presupuesto de la I+D.
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