Con esos 13.000 MW la capacidad acumulada de energía solar fotovoltaica instalada en Europa se eleva a más de 28.000 MW, con una producción que equivale al consumo de electricidad de alrededor de 10 millones de hogares europeos.
El presidente de EPIA, Ingmar Wilhelm, ha calificado de “impresionante” el crecimiento fotovoltaico durante 2010. Un hecho al que en su opinión han contribuido la disminución de costos, las nuevas aplicaciones, el interés de los inversores y el apoyo político. No hay duda, ha asegurado, que “la fotovoltaica se ha convertido en una tecnología estable que está contribuyendo a la progresiva descarbonización del mix energético y que debe ser explotada por los estados de la Unión Europea para alcanzar los objetivos del 2020”.
Uno de los hechos más destacados del crecimiento fotovoltaico es que más del 70% de las nuevas instalaciones son sistemas implantados por pequeñas y medianas empresas, síntoma, ha dicho Ingmar Wilhelm, de la aceptación social de esta tecnología renovable y del deseo de los ciudadanos europeos de participar en la consecución de un medio ambiente mejor.
Por segundo año consecutivo, Alemania ha sido el líder mundial del mercado fotovoltaico, ha sumado 6.500 MW a los 9.800 MW que ya tenía instalados. Por primera vez, las instalaciones de Italia y la República Checa superaron los 1.000 MW, países a los que siguieron Bélgica, Francia y España.
Para EPIA no hay duda de que siguen siendo necesarias medidas de apoyo y planes nacionales de desarrollo encaminados a que la energía fotovoltaica sea plenamente competitiva lo antes posible. Por ello, ha reclamado que los ajustes en los marcos regulatorios se anuncien con la antelación suficiente y los procedimientos administrativos sean simples y transparentes.
Las últimas estimaciones de EPIA elevan a 3.000 los MW instalados durante 2010 fuer ade las fronteras de la Unión Europea, de los cuales 1.000 MW corresponderían a Japón, seguido de Estados Unidos y China.
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