La convocatoria incluye el desarrollo y la construcción de cinco parques eólicos: 150 MW, en Tánger; otros cien, en Midelt; doscientos, en Jbel Lahdid; trescientos, en Tiskrad (Sáhara Occidental); y cien, en Boujdour (Sáhara Occidental). Según las bases del concurso, la realización de estos proyectos estará asociada a una serie de condiciones que incluyen "la promoción de una industria", así como "la instauración de una base de conocimiento y know-how locales". Además, otro objetivo de la autoridad marroquí es ayudar a reforzar la base de I+D para "permitir a Marruecos dominar los procesos tecnológicos que tienen gran potencial para mejorar la economía". La convocatoria también contempla el suministro de equipos para 200 MW adicionales, además de los servicios de mantenimiento asociados.
Los adjudicatarios serán los titulares de la propiedad del proyecto (además de los responsables del desarrollo y operación del parque), como socios, junto con los organismos públicos marroquíes ONE, Société d'Investissement Energétique y Fondo Hassan II. La convocatoria da oxígeno a las empresas del sector eólico, incluidas Gamesa y Alstom, preocupadas por el impacto que la crisis financiera mundial está ocasionando en el segundo mercado del continente africano (detrás de Egipto). Y es que, aunque Marruecos ya tiene 286 MW en operación, en 2011, no se ha instalado nueva potencia en el país, según los datos que maneja Energías Renovables, mientras que, en 2010, tan solo se instalaron 33 MW. Con la licitación definitiva ya prometida para el segundo trimestre de 2012, ONE ha emitido una señal importante respecto a su apuesta por cumplir con el objetivo de que el país produzca un 42% de la electricidad con fuentes renovables hasta 2020.
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