Según se explica en el comunicado, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España “comunicó un proyecto de Orden Ministerial que establecería cuotas de producción y comercialización únicamente para plantas instaladas en ese territorio, restringiendo el ingreso de biodiesel desde terceros países”, decisión que, se asegura, ha sido “objetada por el Gobierno argentino a través de la Cancillería, en coordinación con el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Planificación, presentando argumentos al gobierno español para evitar la introducción de esta restricción”.
El presidente de Carbio, Fernando Peláez, consideró que “esta medida es claramente una prohibición de acceso al mercado español”. Por su parte, el director ejecutivo de Carbio, Victor Castro, remarcó que “las razones que España esgrime para prohibir el acceso de biodiesel son infundadas, no existen prácticas desleales en nuestras exportaciones, España no puede cerrar el mercado sin razón fundada, de hacerlo tendría que rendir cuentas ante la Organización Mundial de Comercio”, y agregó que el país europeo “quiere cerrar la importación, y comprar de Argentina el aceite para producir allá el biodiesel, esto va en contra de la política nacional a favor del valor agregado; cuando tenemos un producto con mayor industrialización, hay países que no nos dejan crecer”.
En el comunicado se advierte que “de efectivizarse dicho proyecto, en los términos anunciados, constituiría una barrera injustificada al comercio, dado que no existe una base técnica para su imposición y por lo tanto sería violatoria de las obligaciones que emanan de la Organización Mundial de Comercio”.
También se asegura que “la industria argentina ha realizado todos los esfuerzos necesarios para adaptarse a las exigencias de la Directiva europea de uso de energías renovables, cumpliendo todos sus requisitos, siendo un actor responsable que está en igualdad de condiciones que los operadores europeos, a su vez la provisión de biodiesel se realiza de manera eficiente y a precios accesibles para el consumidor español ayudando a ese país a mejorar su seguridad energética”.
El comunicado concluye con la idea de que “de aprobarse el proyecto de Orden Ministerial en los términos anunciados generaría una restricción comercial incompatible con las reglas internacionales del comercio, pudiéndose considerar medidas que busquen únicamente promover la competitividad de la industria española de biocarburantes sin menoscabar las exportaciones de terceros países y acordes a los compromisos multilaterales”.
Antecedentes
En noviembre pasado, el director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), Claudio Molina, respondía a través de Energías Renovables al presidente de la sección Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), Roderic Miralles, quien acusaba a la industria del biodiésel argentina de ejecutar “importaciones desleales”.
En esa oportunidad, Molina, también asesor externo de Carbio, entre otras cuestiones, aseguraba que “el problema de la industria española de biodiésel es mucho más significativo por el lado del exceso de capacidad que generó, problema similar en toda Europa. Si Argentina no exportara un litro de biodiésel a España (o a Europa), el problema se mantendría más o menos igual”.