Si bien el vuelo se realizó sin pasajeros y fue básicamente demostrativo, este puede ser un primer paso de la aviación mexicana rumbo a la sustentabilidad ecológica, como bien lo explicó el presidente de Interjet, Miguel Alemán: “La realización de este vuelo de prueba es la consecuencia de dos años de ambición e investigación por parte de Interjet por desarrollar un biocarburante renovable. Uno de los objetivos principales es el de crear una cadena de producción de biocombustibles y una plataforma de bioqueroseno sostenible con la que pueda contar la aviación mexicana”.
Por su parte, uno de los agregados especializados en nuevas energías de Airbus, Paul Nash, comentó que “este vuelo es una prueba de que el sector de la aviación nacional en verdad esta comprometido con su meta de alcanzar un crecimiento en la neutralización del carbono para el 2020 y reducir hasta un 50% las emisiones de CO2 para el 2050”.
En la consolidación de este vuelo también estuvieron involucrados la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), la Agencia Europea de Seguridad en Aviación (EASA) y el estado de Chiapas, región donde la jatropha se reproduce en sus suelos con abundancia dada las condiciones climatológicas.
Según estudios de Airbus y la refinería UOP Honeywell Company (encargada del proceso de transformar el aceite de jatropha en biocombustible), la planta “puede reducir hasta en un 80% la contaminación global del CO2, en comparación con el queroseno que se utiliza normalmente en la aviación”.
Más información:
www.uop.com
www.interjet.com.mx/
www.asa.gob.mx
