En los últimos años el sector solar fotovoltaico se ha reunido siempre para argumentar sobre el gran futuro que se le auguraba. Pero año tras año se encontraban las mismas personas, y cada vez con menos ánimos, porque el Gobierno y otros grandes actores energéticos se encargaban de aguar la fiesta con cambios regulatorios continuos.
Este año en el II Foro Solar Español, organizado por UNEF, se ha notado que además de un incremento de asistentes con respecto a otros años (unos 300), y además de un panel de 70 expertos internacionales y nacionales del sector, una nueva ilusión de todos ellos por la aparición del nuevo Real Decreto 900/2015 de Autoconsumo, ya que aunque todo el mundo llegó a la conclusión en las charlas de lo negativo de esta regulación, en los corrillos tomando café, se notaba que todos ellos preferían tener una regulación que marque cuales son las reglas, antes de tener otra mejor pero con la espada de Damocles de que iban a cambiar, quedando expuestos al libre albedrío del Gobierno.
Por supuesto que es necesario recuperar la seguridad jurídica y una normativa de autoconsumo sin barreras (tal y como ya hemos visto en otros países). Por supuesto que se necesita más certidumbre y el reconocimiento de que somos una industria puntera en el mundo con una gran capacidad de generar empleo. Y por supuesto que necesitamos un mayor apoyo a las energías renovables para materializar los grandes beneficios sociales y económicos que esta energía comporta. Pero ahora, y después de unos años de deriva absoluta, el sector fotovoltaico tiene ilusión.
El nuevo RD de Autoconsumo con su “impuesto al sol” va a obligar, de momento, a sobre-retribuir al sistema eléctrico, ya que los autoconsumidores tendrán que pagar más peajes injustamente, pero ahora los partidos políticos, a excepción del partido del Gobierno, se han comprometido a recuperar la seguridad jurídica y a derogarlo. Todos dicen también que es necesario realizar una auditoría del sistema energético y del desarrollo de políticas de fomento de las energías renovables (incidiendo en la importancia de la I+D).
También se ha dicho por parte de los expertos jurídicos que, aunque es un sector falto de la seguridad jurídica necesaria para el impulso de la energía fotovoltaica y el autoconsumo en España, es un sector lleno de oportunidades.
Por otra parte, las empresas del sector, están posicionadas en todos los países donde este tipo de energía tiene un futuro a corto o medio plazo (Chile, México, Sudamérica y Centroamérica, África, India, …), con una participación importantísima, tanto para los desarrolladores de proyectos, como para los suministradores de equipos.
Por lo tanto, estamos ilusionados con nuestra proyección exterior, con el posicionamiento internacional de nuestras empresas fotovoltaicas y su destacado papel en la I+D tecnológica. Ilusionados con el posible cambio político o de posicionamiento de los partidos políticos, que puede hacer resurgir la industria fotovoltaica en España. Esperanzados en que se nos reconozca la necesidad de una nueva regulación, que realmente estimule su desarrollo y no siga creando barreras injustificadas. Convencidos de la necesidad de recuperar la seguridad jurídica y de los cambios que se tienen que hacer en el autoconsumo, porque el autoconsumo es solidario, competitivo y aumenta al competencia.
Además, hasta las compañías eléctricas apuestan por la transición hacia las energías renovables. Y si no solo hay que fijarse en el planteamiento estratégico de Iberdrola, con su “Smart Solar”, o en Endesa con la subasta para productores fotovoltaicos llevada a cabo en los últimos meses.
En definitiva, las perspectivas de futuro son muy buenas y muy reales, y como decíamos al principio, ahora sí que el sector vuelve a tener no solo esperanzas en el futuro, sino en las realidades inmediatas, para que este sector contribuya desde España con su granito de arena al crecimiento de esta gran tecnología, además de hacerlo en el resto del mundo.
