La eficiencia y sostenibilidad de un sistema de producción de energía térmica con biomasa dependen en buena medida del comportamiento térmico de los equipos de combustión, gasificación o pirolisis. En España, la fundación Cartif y el Centro Tecnológico Avanzado de Energías Renovables (Ctaer), entre otros centros, disponen de herramientas para analizar estas reacciones en diferentes tipos de calderas y biocombustibles. La unidad empresarial de Analyzing & Testing del grupo Netzsch trabaja en la misma línea y lo dará a conocer próximamente en un seminario on line.
El seminario tendrá lugar entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde del 6 de diciembre y permitirá conocer los métodos de análisis térmico que desarrolla Netzsch. Con ellos se obtiene “información sobre el comportamiento térmico de la materia orgánica bajo condiciones oxidantes o la exclusión de aire y sobre la naturaleza de gases desprendidos durante el calentamiento”. Adelantan también que el seminario “está diseñado para introducir diversas posibilidades de aplicación en esta área y mostrar las conclusiones que se pueden sacar de las curvas de medida”.
Análisis sobre cambio de masa, humedad, cenizas y gases
Los métodos de análisis térmico más utilizados en equipos de biomasa son la calorimetría diferencial de barrido (DSC, en sus siglas en inglés), técnica cuantitativa que permite obtener información del calor en el proceso de reacción de una muestra al elevar su temperatura en condiciones controladas; y la termogravimetría (TG), que mide la variación de la masa de una muestra cuando ésta es sometida a un cambio de temperatura en una atmósfera también controlada.
Según Netzsche, la DSC y la TG “ofrecen importantes datos sobre el comportamiento de cambio de masa durante la combustión y la pirólisis, así como de la humedad y el contenido de cenizas”. Junto a las técnicas acopladas para el análisis de gases desprendidos “pueden ayudar a caracterizar los tipos de sistemas”. Para realizar estos análisis Netzsch ofrece “varios hornos de alta temperatura, además de un horno único de alta velocidad capaz de calentar a una velocidad de hasta 1.000 K/min, necesario para la combustión rápida y pirólisis en experimentos como la creación de biocarbono”.