Si no se quiere convertir al transporte, aéreo y marítimo incluido, en la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Europa, la CE debe asumir una política más ambiciosa para la descarbonización del sector. Este es el mensaje principal que ha lanzado ePure tras enviar a la propia CE su aportación dentro de la consulta abierta de cara a la discusión y aprobación de la directiva de energías renovables (DER II) para el período 2020-2030.
Robert Wright, secretario general de ePure, afirma que “el transporte es el único sector cuyas emisiones, en lugar de bajar, han subido en comparación con los niveles de 1990, lo que supone un grave perjuicio para el objetivo de la UE de reducir las emisiones totales en un 40% para 2030”. Recuerda Wright que "el etanol ha conseguido certificar una reducción de, al menos, el 60% de emisiones de GEI con respecto a la gasolina y se usa sin tener que reemplazar vehículos ni las infraestructuras existentes”.
E20, objetivos obligatorios y menos impuestos al etanol
Para ePure, la solución “más eficiente y rentable para descarbonizar el transporte” pasa por mantener mezclas E10 (gasolina con 10% de etanol), que “ya se usan ampliamente en Francia, Finlandia y Alemania”, y alcanzar el E20 (20% de etanol) progresivamente hasta 2030. Esta es una de las propuestas concretas que la patronal ha incluido en la consulta sobre la DER II.
Otra propuesta es que se sigan implantando objetivos obligatorios de incorporación de biocarburantes en el transporte, basándose en que este depende en un 95% de los combustibles fósiles y que los precios bajos del petróleo pueden desincentivar el empleo de energías renovables en el transporte. También piden que, al contrario que la actual directiva, sí se fijen objetivos para los biocarburantes avanzados y que se reduzcan los impuestos al etanol, teniendo en cuenta no solo su contenido en energía, sino también su menor huella de carbono.
