La Corporación Interamericana de Inversiones (CII) del BID avanzó el viernes los ganadores de la tercera edición de los premios Infraestrutura 360º. Hoy mismo la española Acciona, en una nota de prensa, anuncia que la planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco, en la que participa en el diseño, construcción y gestión dentro del Consorcio Aguas Tratadas del Valle de México, recibió el premio que lleva el nombre del certamen “como reconocimiento a la implementación integral de una estrategia de sostenibilidad”.
Otro galardón, en la categoría de Población y Liderazgo, ha ido para el Centro de Tratamientos de Residuos Sólidos CTR Rio, en Brasil, un proyecto conjunto de Ciclus y Comlurb que “ha reemplazado a tres vertedores no regulados y altamente contaminantes del Estado de Rio de Janeiro”. Además de la producción de biogás, el BID valora “acciones y programas como un plan de inclusión social para antiguos recolectores de basura”. El Parque Eólico Dominica, en México, ha sido el ganador en la categoría de Cambio Climático y Medio Ambiente.
Biogás para el 70% de la electricidad
Con respecto al premio a la depuradora de Atotonilco, una de las mayores del mundo, ya recibió otro galardón de la Global Water Intelligence (GWI) y uno más de la revista y portal World Finance. En el primer caso se informaba que la planta estaría operativa a finales de 2012. Desde Acciona aclaran a Energía Renovables que actualmente está en período de pruebas.
La nota de prensa de la multinacional española concreta que el complejo de Atotonilco “cuenta con una capacidad de tratamiento de 35.000 litros por segundo, aunque puede alcanzar un máximo de 50.000, y depurará aproximadamente la mitad de las aguas residuales de Ciudad de México, que cuenta con una población de cerca de 20 millones habitantes”. También confirman que “tiene capacidad para generar el 70% de la electricidad que consume gracias a los sistemas de aprovechamiento del gas metano que se producen en el proceso de digestión de lodos”.
Acciona resalta también otras mejoras ambientales y sociales que trae la nueva planta en relación a unas aguas residuales y de lluvias del Valle de México que antes se desalojaban en el estado Hidalgo, en el Valle de Mezquital, “donde se utilizaban, sin tratar, para el riego de más de 90.000 hectáreas de cultivos”. Ahora se han conseguido eliminar los problemas de salubridad de la zona, además de “sanear y conservar los cauces y los acuíferos y restaurar los ecosistemas; dotar de riego con agua tratada a más de 90.000 hectáreas de cultivo; y ampliar la diversificación de cultivos gracias a la mayor disponibilidad de agua”.
