Según el Departamento de Energía (DOE, por sus siglas en inglés), durante 2013 el gobierno federal basó un 9,2% de su electricidad en fuentes renovables. En total, la electricidad comprende alrededor de una quinta parte del consumo de energía del gobierno, sólo superada por el combustible utilizado en aviación, que representó el 44% del consumo de energía del gobierno.
Como mínimo, la directiva presidencial plantea que para los años fiscales 2016 y 2017 (n.de la r.: los años fiscales en el país van del 1 de octubre al 30 de septiembre) la energía eléctrica de nueva construcción con responsabilidad al gobierno federal no debe ser menor al 10%, con el siguiente porcentaje mínimo según bienios: 13% para 2018 y 2019, 16% para 2020 y 2021, 20% para 2022 y 2023, y 25% para 2025 y cada año posterior.
En tanto, respecto al total de la procedencia de la electricidad consumida en las agencias federales, se estipula que debe ser de origen renovable no menos del 10% en 2016 y 2017, 15% para 2018 y 2019, 20% para 2020 y 2021, 25% para 2022 y 2023, y 30% para 2025 y cada año posterior.
También se plantea reducir en un 30% para 2025 las emisiones de gases de efecto invernadero de 655.000 vehículos del gobierno, y un aumento considerable, de al menos un 20% del total, en la compra de vehículos de cero emisiones e híbridos. Así, en 2025, los vehículos eléctricos o vehículos impulsados por pila de hidrógeno tendrían que representar el 50 por ciento de las compras de vehículos nuevos de las agencias federales.
Actualmente, según datos de los fabricantes de automóviles, en los primeros 10 meses de 2014, desde los niveles de gobierno federales, estatales y locales se registraron compras por más de 175 mil vehículos, de los cuales los coches eléctricos fueron 512 (0,29% del total comprado), mientras que los híbridos fueron 7.048 (el 4%).