La iniciativa, llamada Corredor Centroamericano de Energía Limpia, apunta a diversificar la matriz energética, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y combatir el cambio climático. Viceministros, directores regionales de energía y directores del cambio climático de los países de la región se reunieron en El Salvador para discutir el futuro energético de América Central e impulsar este acuerdo.
Según se sostiene en un comunicado difundido por Irena, la región, con una población de 40 millones de habitantes y una tasa de crecimiento económico anual de más del 3%, ve aumentar rápidamente las necesidades de energía. La demanda regional creció un 65% en los últimos 12 años y se estima que 7 GW de nueva capacidad de generación eléctrica será necesaria para el año 2020.
Por ello, esta iniciativa busca satisfacer las crecientes necesidades de ese tipo con energía limpia y renovable, especialmente con el objetivo de integrarlas en el SIEPAC, que se extiende desde Guatemala hasta Panamá. Según Irena, la línea de transmisión de reciente construcción que se extiende a lo largo de 1.800 kilómetros de longitud "está subutilizada y presenta una clara oportunidad para el despliegue de más energía renovable en la región".
El director general de Irena, Adnan Z. Amin, afirmó que "Centroamérica posee vastos recursos de energía hidroeléctrica, biomasa, geotérmica, eólica y solar, que podrían ser aprovechados para ayudar a proporcionar soluciones sostenibles, limpias y rentables para satisfacer las necesidades energéticas regionales y apoyar el desarrollo de los países".
"Acelerar el despliegue de las energías renovables ayudará a la región a alcanzar la seguridad energética, el desarrollo de las economías locales y crear puestos de trabajo al tiempo que contribuye a los esfuerzos para abordar el cambio climático", agregó.