Actualmente, la principal producción de biodiésel con materias primas con origen en España procede del aceite vegetal usado en las cocinas, tanto domésticas como del canal horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías). Por este motivo, un buen funcionamiento de los sistemas de recogida del aceite facilita una adecuada conversión en biocarburante, y para mejorarlos se firmó a finales del pasado año un convenio entre el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), la Federación Española de Hostelería (FEHR) y la Asociación Nacional de Gestores de Residuos de Aceites y Grasas Comestibles (Geregras).
Sin embargo, esos acuerdos de mejora no parecen haber calado en el Ayuntamiento de Madrid, donde desde hace meses las personas que acuden con su garrafa a volcar el aceite usado en los contenedores apropiados no lo pueden hacer porque estos están saturados, cuando no retirados. Según la información de El Mundo, “estos cubos con capacidad para 240 litros se están transportando y colocando con rigidez militar en dos instalaciones municipales situadas en el distrito de Ciudad Lineal, una en la avenida de Daroca y otra en la calle Trece Rosas”.
El valor del servicio ha salido a licitación por la mitad de su coste
Suman ya 500 los contenedores repletos de aceite que no se destina a su reciclado y conversión en biodiésel. En total son 120.000 litros. En El Mundo explican que “el Ayuntamiento de Madrid está en trámites de adjudicar el nuevo contrato del servicio público de recogida y gestión de aceite vegetal usado en la ciudad. La fecha de presentación de las ofertas concluyó el 13 de abril y una semana después estaba prevista la apertura de los sobres, pero una portavoz del Área de Medio Ambiente y Movilidad explica que «aún no se ha formalizado» el acuerdo, sin precisar cuándo se hará”.
La información de El Mundo, firmada por Marta Belver, precisa también las condiciones del contrato de adjudicación, que conlleva disponer de “recipientes específicos con depósitos de 1.000 litros de capacidad” situados en los 16 puntos limpios fijos de la capital, colocar contenedores en unos 25 mercadillos municipales y proceder a la “reutilización, reciclado o eliminación” del líquido recogido en una planta de tratamiento”. También recuerda que el valor del servicio, según las estimaciones del Ayuntamiento, es de 252.000 euros, y ha salido a licitación prácticamente por la mitad, 126.000 euros.
