Según explica Alberto Garcete, superintendente de la Asesoría de Energías Renovables de Itaipu Binacional, “serán instalados 160 paneles solares fotovoltaicos de procedencia coreana, además de 2 aerogeneradores de 2 kW cada uno, para atender la demanda de los vehículos eléctricos contemplados en el proyecto”.
Respecto a los vehículos eléctricos, Garcete sostiene que “la movilidad autónoma es una necesidad muy marcada en esta zona del país, por lo cual el proyecto prevé prototipos de transporte eléctricos para patrullas, traslado interno y para que sirvan como unidades demostrativas”.
El proyecto, llamado “Seguridad energética en localidades aisladas del Chaco Paraguayo”, “radica en el alto impacto estratégico que genera, pues permitirá colaborar con el Ministerio de Defensa Nacional y otros organismos en el mejoramiento de la infraestructura de una zona altamente vulnerable en razón de la baja densidad poblacional, reducida infraestructura y aislamiento”, asegura el superintendente de la Asesoría de Energías Renovables de Itaipu Binacional.
El Chaco Paraguayo, también llamada Región Occidental, es una vasta región, de clima semi-árido a semi-húmedo y con muy baja densidad de población.
También, y en lo que corresponde al proyecto “Mapeo del potencial energético solar y eólico del Paraguay”, será utilizado como base para la energización de otros destacamentos militares de zonas fronterizas en el futuro, generalmente alejados de las redes de distribución.
La Itaipu Binacional es la gestora y financista del proyecto, mientras que el Parque Tecnológico Itaipu es el brazo ejecutor.
Como antecedente, existe el proyecto “Energización de Centros Comunitarios Indígenas de Zonas Aisladas con Energía Solar” llevado a cabo por la Itaipu Binacional y el Instituto Nacional de Tecnología y Normalización, que ha dotado a varias comunidades aisladas y remotas del Chaco Paraguayo de energía eléctrica en función de cubrir necesidades energéticas básicas, como ser la utilización de heladera para guardar medicamentos y similares, uso de ventiladores, iluminación en puestos de salud, escuelas y otros.
Según explica Garcete “el desarrollo de este tipo de proyectos es de suma importancia para el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de estas zonas, ya que no se tienen perspectivas a corto y mediano plazo para la instalación de tendido eléctrico”.