En la inauguración de la jornada -organizada por el Programa de Energías 4e de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán), en colaboración con el Ministerio de Energía chileno-, el director ejecutivo adjunto de la IEA, Paul Simons, afirmó que “al año 2020, las energías eólica y solar serán unas de las más promisorias, porque han entrado en una fase de bajo costo, aumentando su competitividad, por tanto, la integración a la red es la clave”.
Por parte de Chile, el jefe de la División de Prospectiva y Política Energética del Ministerio de Energía, Javier Bustos, señaló que se cuenta con 2.413 MW instalados de ERNC (energías renovables no convencionales, como son mencionados allí) con un aporte en agosto pasado de 10,17% a la generación eléctrica del país. Con una meta cumplida del 10% de generación ERNC, se espera alcanzar el 20% para 2025, en base a la legislación vigente.
En un comunicado difundido por el GIZ, también se cita que el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía chilena, Andrés Romero, se refirió a los aspectos que incluirá la nueva Ley de Transmisión, en trámite parlamentario, que propone una nueva regulación para el sistema de transmisión y su operador. El objetivo, afirmó Romero, es lograr que la transmisión favorezca el desarrollo de un mercado competitivo, una disminución de los precios de energía a los clientes libres y regulados.
También disertaron el director técnico ejecutivo del Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado Central (CDEC-SIC) y el director ejecutivo del Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado del Norte Grande (CDEC-SING), Andrés Salgado y Daniel Salazar, respectivamente.
Salgado hizo mención a que en la zona norte del sistema se está registrando una alta penetración de ERNC en un contexto de baja capacidad de transmisión y que se está “trabajando en una segunda fase en la que vamos a incorporar centrales solares y eólicas”.
En tanto, Salazar señaló que en 2012 el CDEC-SING inició un plan de integración para energías renovables con la idea de determinar las capacidades del SING para integrar energías variables. “A principios de este año actualizamos ese ejercicio, con miras al año 2017 y un escenario de interconexión; ahora estamos realizando otro estudio enfocado en la transmisión (a 2018 y 2021), para determinar qué líneas podrían presentar problemas en el futuro”, dijo.
Como último representante chileno, el jefe de la División de Energías Renovables del Ministerio de Energía, Christian Santana, explicó que probablemente se podría concebir una participación eólica-fotovoltaica en torno a un 30% de la generación anual, manteniendo una operación económicamente óptima del sistema eléctrico. “Hay que dotar al parque térmico de mayor flexibilidad señala la experiencia internacional”, especificó.
Finalmente, el experto de la IEA Simon Müller destacó el proceso participativo, Energía 2050, como un roadmapping alineado con las estrategias de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) e IEA.
Müller además destacó los atributos y el crecimiento energético en la región latinoamericana. “El 50% de la nueva capacidad energética estará concentrada en Brasil, mientras que México y Chile contribuirán con crecimiento eólico y fotovoltaico” puntualizó.