En primer lugar, recordemos también que el Real Decreto de autoconsumo de lo único que exime, por el hecho de montar un sistema de inyección cero, es del estudio de acceso y conexión que realiza la compañía eléctrica cuando se gestiona la solicitud del punto de conexión. Y eso, cuando se trata de una instalación Tipo 1 con suministro de hasta 10 kW, es decir, principalmente para consumos domésticos. El importe de ese estudio asciende a unos 20 €/kW. Por tanto, para una instalación fotovoltaica de 3 kW conectados el coste sería de unos 60 €. Un sistema de inyección cero suele estar por encima de ese precio, con mucha diferencia.
Vemos que estos sistemas de antivertido no presentan una ventaja interesante. Aun así, se están instalando pues algunos usuarios prefieren no verter energía que regalar los excedentes a las compañías eléctricas. Sin embargo, hay un aspecto que habría que analizar antes de decantarse, o no, por no verter a la red.
¿Es posible que un sistema de inyección cero llegue a perjudicar al autoconsumidor?
Pues sí. En una de las jornadas de UNEF en Madrid, el Ministerio de Industria confirmó, basándose en el RD de autoconsumo, que se analizan las curvas horarias obtenidas de los contadores que habría en la instalación, y de esos registros horarios se realiza un saldo, o balance neto. Es decir, realmente se esta efectuando un balance neto entre energía producida y consumida en base horaria.
Y esto conlleva implicaciones importantes ya que dentro de una misma hora de reloj (los registros de los contadores funcionan con la hora legal que tenga programada), podemos tener instantes de vertido e instantes en los que no lo haya. Y al final de esa hora se realiza un balance.
Veámoslo con un ejemplo gráfico real de un autoconsumidor. El usuario tiene 3,3 kW contratados y 1,25 kW de instalación fotovoltaica. En la gráfica podemos ver el consumo (en naranja) y la producción fotovoltaica (en azul) entre las 11 y las 12 del mediodía.
Los datos de la gráfica son potencias instantáneas en vatios. Si consideramos la energía consumida y producida en total en esa hora tenemos lo siguiente:
• Energía consumida: 0,405 kWh.
• Energía producida: 0,671 kWh.
Así pues, al no tener ningún sistema de inyección cero instalado, estamos autoconsumiendo en ese momento 0,405 kWh y vertiendo a la red 0,266 kWh, la diferencia con lo producido (haciendo el balance horario).
Ahora imaginemos que en esa instalación se colocase un sistema de inyección cero. En tal caso, el equipo en cuestión nos controlaría la producción de nuestro sistema fotovoltaico para, en el mejor de los casos, limitarla y ajustarla al consumo instantáneo. Es decir, las zonas marcadas en azul celeste en esa hora dejarían de producirse.
Y con esa nueva situación, nos encontramos con el siguiente balance horario:
• Energía consumida: 0,405 kWh.
• Energía producida: 0,309 kWh.
Por lo tanto, con un sistema antivertido, lo que nos ahorraríamos durante esta hora son 0,309 kWh, que es lo que autoconsumimos.
Como conclusión, un sistema de inyección cero actúa de forma cuasi instantánea, mientras que el RD de autoconsumo estipula balance neto, o saldos horarios; así que habrá algunas horas en las que tener un sistema de este tipo nos perjudique reduciendo la cantidad de energía que podemos utilizar a nuestro favor. Con lo cual, desde el punto de vista de eficiencia energética de un sistema fotovoltaico, no recomendamos instalar soluciones antivertido pues aprovecharemos menos energía de la que produciremos si no lo instalamos.