Durante el otoño la extensión de hielo marino comienza su aumento estacional hasta alcanzar su máximo a finales del invierno. Sin embargo, cada año ese máximo es menor.
El Centro Nacional Norteamericano de Datos de Nieve y Hielo, que monitoriza el estado de la capa de hielo del Ártico y que registra los últimos 37 años de datos satelitales, anunciaba ayer que la extensión de hielo marino en el citado océano alcanzaba su mínimo invernal histórico. El 24 de marzo, el hielo ártico llegaba a una extensión promedia de 14,52 millones de km2, un millón menos de m2 que en el año anterior, que ya arrojó un mínimo histórico. Ante la evidencia de estos datos, Greenpeace reitera la necesidad de protección urgente de este valioso ecosistema.
"Con este récord es aún más increíble que empresas petroleras y pesqueras busquen este extremo del planeta que permanece relativamente aislado de la presión humana para incrementar las actividades industriales", ha declarado Pilar Marcos, responsable de la campaña Salvar el Ártico de Greenpeace. Y recuerda que el Ártico está experimentando un cambio profundo debido a la quema de combustibles fósiles. Al desaparecer la capa de hielo se abren posibilidades de perforación para la industria del petróleo.
La organización ecologista recuerda también que 2015 ha sido el año más caluroso jamás registrado desde la era preindustrial. Según el NSIDC, entre diciembre y enero, la media de temperaturas fue de 2 a 6 ºC por encima de la media en casi todas las regiones árticas.
El océano más vulnerable
El Ártico es el océano más desprotegido del planeta y precisamente esta semana gobiernos de todo el mundo se reúnen en Nueva York para que Naciones Unidas desarrolle un nuevo tratado que desarrolle la protección de las aguas internacionales, como las que rodean el polo norte del planeta.
Otro encuentro clave es el que celebrarán los países con presencia en OSPAR (organismo de cooperación internacional para la protección del medio marino del Atlántico Nordeste) entre el 20 y el 24 de junio. Durante el encuentro, al que asistirán los 15 países europeos presentes en el organismo, se tomará la decisión sobre crear un área marina protegida que abarcaría casi el 10% de las aguas internacionales del océano.
Greenpeace demanda que todas las aguas internacionales del Ártico sean protegidas creando un Santuario que impida a las petroleras buscar petróleo en estas aguas.
"Siete millones y medio de personas reclaman la creación de un Santuario en el Ártico, con los datos de la NASA, su protección debería ser un catalizador para que en el marco de Naciones Unidas se proteja sus aguas internacionales", concluye Marcos.