Según el diputado Solís, se trataría de un potencial cercano a los 350 MW que debería explotarse "con requisitos ambientales muy rigurosos" y también como alternativa energética debido a la escasez de agua que impide un correcto funcionamiento de las centrales hidroeléctricas y al continuo aumento en el precio de los combustibles.
Cerca de un 20% del territorio costarricense está constituido por 28 parques nacionales y 6 áreas protegidas.
Las zonas con potencial geotérmico se ubican especialmente en la cordillera volcánica central, que se extiende con dirección este-oeste en la parte central del territorio, y en la de Guanacaste, en el norte del país.
Polémica
La decisión de desarrollar exploraciones tendientes a instalar plantas geotérmicas en parques nacionales y áreas protegidas es un debate que desde hace tiempo viene desarrollándose en la sociedad costarricense.
Por un lado, existen grupos que se oponen a la explotación de la geotermia desde esos espacios, en especial porque -alegan- existe el riesgo de que eso signifique abrir la puerta legal a otras actividades en dichos sectores, en especial las industriales, con lo que quedaría en entredicho, por ejemplo, la protección de ecosistemas y hábitats naturales. Estos grupos proponen el desarrollo de la geotermia por fuera de los parques nacionales y áreas protegidas, y al mismo tiempo, incentivar criterios de eficiencia energética.
En la visión contraria, se sostiene desde la empresa estatal de electricidad ICE que la eficiencia energética, aunque necesaria, no alcanzaría para cubrir el crecimiento de la demanda y que la geotermia, a su vez serviría de respaldo para el ingreso a la matriz energética de tecnologías renovables como la solar y la eólica.