Carrageninas, carregenanos, carragenatos o, atendiendo al código de la Unión Europea y su presencia en la etiqueta de numerosos productos alimenticios procesados, E-407. Estos son los nombres de un aditivo empleado como gelificante, espesante, emulsionante o estabilizante a partir de algas rojas que produce en O Silleda uno de sus cuatro primeros fabricantes del mundo, Ceamsa. Esta empresa emplea biomasa en el proceso de producción de los carragenatos.
En el panel de casos de uso sectorial del III Foro de la Biomasa de Galicia intervino Carlos Gago, responsable de ingeniería de Ceamsa. Según la información recogida por la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), “esta empresa, primer fabricante mundial de carragenatos, lleva trabajando con biomasa desde la última crisis del petróleo y tiene claro que le aporta estabilidad en la partida del gasto energético, vital para lograr sus objetivos anuales”. En concreto, utiliza vapor para proceso y consume en torno a 2.000 toneladas al mes de biomasa local.
Biomasa en panaderías y balnearios sin olor a gasoil
Otros ejemplos expuestos fueron los de Panaderías da Cunha, que encabeza un sector en el que “puede haber más de un centenar de panaderías con biomasa, un combustible más barato, más limpio y que no genera olores como antes el gasoil”, recuerdan en Avebiom. En el sector servicios se destacó al balneario de Mondariz (Pontevedra), “que recientemente han puesto en funcionamiento una pequeña red de calor en los tres edificios del complejo hotelero y de descanso con la que podrá reducir alrededor de 600 toneladas de CO2 al año".
Tras estas intervenciones vinculadas a usos sectoriales comenzó el apartado Conecta Bioenergía. Soluciones con biomasa para municipios en Galicia, organizado por Avebiom. Además de la experiencia de los municipios lucenses de Palas de Rei y Xove, Juan Jesús Ramos, coordinador del Observatorio Nacional de Calderas de Biomasa (ONCB), hizo un repaso al uso de la biomasa térmica en Galicia. Se estima que en la actualidad la potencia instalada esté en torno a los 650 MW, “lo que apunta a que Galicia está a la cabeza de las comunidades autónomas en instalaciones, destacando en el uso público, residencias de mayores y piscinas”, aseguró Ramos.
Biomasa Forestal: dos millones de euros menos de los previstos en ventas
Uno de los principales suministrados de pélets para todas estas instalaciones, Biomasa Forestal, también estuvo presente en la I Feira da Enerxía de Galicia. La empresa, radicada en As Pontes (A Coruña), recordó también su vocación eléctrica, ya que en breve contará con el sello de calidad SBP (Sustainable Biomass Partnership), “un certificado impulsado por varias compañías eléctricas que garantiza la sostenibilidad de los pélets destinados a grandes centrales de producción de electricidad”, recuerdan desde la compañía.
Biomasa Forestal aprovechó para hacer balance de su gestión, que cifra las ventas del pasado año 2015 en siete millones de euros, muy por debajo de las previsiones de nueve millones hechas en agosto de 2015. La compañía lo achaca ”a las cálidas temperaturas del pasado otoño/invierno en toda Europa y a los bajos precios de los combustibles fósiles, que ha retrasado numerosas inversiones en renovación de calderas”. El 27% de las ventas se corresponden con la exportación a países como Bélgica, Inglaterra y Francia.
Paradas técnicas sin despidos
Según la compañía gallega, “la previsión para este año es destinar un 50% al mercado de exportación y mantener el resto en el nacional, dentro del cual Galicia supondría un 20%. En este sentido, las previsiones de venta para este 2016 son de unas 60.000 toneladas y unos ingresos de 8.500.000 euros”. Adelantan también que tanto los inviernos menos fríos y los bajos precios del petróleo, como las inversiones a realizar para formalizar contratos como suministrador SBP, le “obligarán a afrontar paradas técnicas de producción en la temporada estival para ajustarla a la demanda real de mercado en 2016-2017, paradas que no afectarán ni al empleo ni a la actividad con terceros”.
Las inversiones de Biomasa Forestal (en torno a 800.000 euros en 2016) buscan mejorar la eficiencia y la productividad de la planta con una instalación de recuperación de calor en el secadero, una granuladora más eficiente y la monitorización y gestión energética de los equipos. “Asimismo, se deja preparada la instalación para un crecimiento exponencial de la producción en los próximos meses, lo cual implica la adaptación a la previsible e inminente demanda de pélet para aprovechamiento térmico industrial”, apostillan.
