Con el objetivo de que el aprovechamiento de aguas subterráneas mejore la calidad de vida de la población rural de la zona andina, se realizó un trabajo en lugares donde ya estaban identificadas las napas subterráneas, e incluso con pozos perforados, pero sin energía para bombear el agua.
Según se explica desde Energética, “el proyecto categorizó las áreas beneficiadas por el tipo de sistema de bombeo instalado”. En el primer caso, se aplicó sistemas de bombeo fotovoltaico para productores de camélidos (vicuñas y llamas) instalados en diferentes municipios del departamento de Oruro. De un planteo inicial de instalación de “40 sistemas de bombeo que beneficiarían a 200 familias de productores y a aproximadamente 20.000 cabezas de camélidos”, se consiguió instalar –con la participación de mano de obra y materiales locales- un total de “62 sistemas de bombeo que benefician a 249 familias y 33.793 cabezas de ganado camélido”.
Un segundo planteo fue el de “sistemas de bombeo fotovoltaico para agua potable”, un proyecto de apoyo a siete comunidades del departamento de Cochabamba que ya contaban “con pozos perforados por las Alcaldías o por los propios comunarios, pero no tenían energía para el bombeo”. Los sistemas instalados allí abastecen aproximadamente a 126 familias.
Finalmente, se aplicaron dos “sistemas de bombeo eólico”, instalados “en la comunidad de Jiska Ajaria del municipio de Achacachi del departamento de La Paz”, donde el agua es utilizada “tanto para consumo humano como para el riego de pequeñas parcelas de 80 familias de la comunidad”.