Se trata de una de las instalaciones aisladas más grandes de España. La Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), es la principal entidad financiadora de la obra, con una aportación de 62.500 euros, procedentes del fondo de cierre de su actividad. A esto se une la donación de los paneles nuevos por parte de Acciona y una aportación económica de Energía sin Fronteras.
La Asociación Puente Vida, con base en su Casa de Acogida de Salamanca, se dedica a la integración de jóvenes y refugiados contribuyendo a su formación. Como complemento tiene en la finca de Gomecello, donada por la Junta de Castilla y León, una escuela de pastores, donde se imparten cursillos para el manejo de rebaños de ovejas, y una fábrica que produce los quesos “Mil caminos” (denominación que alude al número de jóvenes acogidos hasta ahora por la asociación), comercializado por la Cooperativa Fuentesan.
Además, la finca dispone de una amplia extensión de terreno destinado a prácticas de horticultura. Muchos de sus jóvenes alumnos participan ya en labores agropecuarias en las comarcas limítrofes.
Integración de jóvenes y refugiados
El carácter social del proyecto energético motivó la presencia en el acto inaugural de las primeras autoridades provinciales y municipales, representaciones de la Junta de Castilla y León, de las entidades financiadoras y de la Fundación Energía sin Fronteras, responsable del diseño y ejecución del proyecto. Destacó la presencia del creador de Puente Vida, el sacerdote don Antonio Romo, fundador de Puentevida y que recibió el pasado año el Premio Castilla y León de los Valores Humanos y está en posesión de la Medalla de Oro de Salamanca.
El nuevo proyecto energético que ahora entra en servicio ha sido desarrollado por el grupo de Generación Aislada de Energía sin Fronteras, dirigido por el ingeniero voluntario Jesús Espinosa. Se basa en un sistema aislado fotovoltaico de 34 kW que, junto al ya existente, proporciona al complejo una potencia de 45 kW, equivalente a la que precisaría la electrificación de una veintena de viviendas rurales y a la capacidad de almacenamiento de 650 baterías de automóvil.
La Fundación Energías Sin Fronteras (EsF), fundada en el año 2003, tiene como misión extender y facilitar el acceso a los servicios energéticos y de agua potable, de modo continuado, a los que todavía no los tienen, o los tienen en condiciones precarias o por procedimientos rudimentarios e inadecuados. De esta manera, desarrolla, en colaboración con contrapartes locales, proyectos de instalaciones de electrificación, de captación, tratamiento y suministro de agua potable y de formación en ambas materias.
Preferentemente se trabaja con centros comunitarios (de salud, formación, comunicación y productivos) en áreas rurales aisladas donde no se tiene previsto la instalación de redes. Sus zonas geográficas de actuación preferente son el África Subsahariana, Centroamérica y la Región Andina. Actualmente, más de 330.000 personas, en quince países, se benefician de los resultados de los hasta ahora más de cuarenta proyectos de suministro de agua potable y/o electricidad, puestos en marcha por EsF.
