El informe también asegura que este será un año histórico para el sector, cuando se espera concluir con 287 MW instalados, lo que representará un aumento de casi el 30% respecto al año pasado, que terminó con 226 MW de almacenamiento de energía instalados. La mayor parte de esas instalaciones, aproximadamente el 90%, a cuenta de empresas de electricidad, mientras que el resto en mayor medida correspondientes al sector no residencial (empresas e instituciones).
Se destaca que en este trimestre vienen teniendo impulso los sistemas de almacenamiento de energía residencial y comercial, con un 66% en aumento año tras año. El informe atribuye este éxito a la mejora de la economía, la aparición de nuevos mercados estatales y la caída en los precios de los sistemas.
En cuanto a las locaciones donde más se han producido instalaciones este trimestre, el informe focaliza en el llamado MISO, iniciales en inglés del gestor de la red eléctrica que agrupa estados del centro del país de norte a sur. California sigue siendo el principal mercado estadounidense en almacenamiento de energía, seguido del sistema de interconexión PJM, que alcanza a varios estados del noreste del país.
Otro elemento que se sindica como impulsor del sector es el compromiso tomado por la Casa Blanca en junio pasado, que dará lugar al despliegue de 1,3 GW y 1 mil millones de dólares en inversiones.